Santos Andrés Kim Taegon, p. y Pablo Chong Hasang y comps, mrs. (MO). Rojo.
Leccionario Santoral: Sab 3, 1-9; (o bien: Rom 8, 31-39); Sal 125, 1-6; Lc 9, 23-26.
La evangelización de Corea la inician algunos laicos a comienzos del siglo XVIII. El obispo de Pekín (China) les envía al sacerdote Chu-mun-mo, que es martirizado en el año 1801. En el año 1837, llegan secretamente, un obispo y dos sacerdotes franceses. Las persecuciones dejan cerca de 10.000 mártires, de los cuales son canonizados 103. Entre ellos está Andrés Kim, coreano, nacido en el año 1821, año en que es martirizado su padre. Ordenado sacerdote en el año 1845, en Shangay, entra secretamente en Corea. Pero es descubierto, encarcelado y torturado atrozmente; y por fin es decapitado en Seúl, en el año 1846. Es el primer sacerdote mártir de la floreciente Iglesia coreana.
Pablo Chong nace en Mahyan el año 1795. Su padre Agustín y su hermano Carlos fueron también martirizados en año 1801. Viaja hasta quince veces a Pekín para gestionar el ingreso a Corea del sacerdote Yan y los franceses Mons. Imbert y los sacerdotes Maubant y Chastan, martirizados en el año 1839. En ese mismo año, Pablo es encarcelado, torturado y decapitado, y pocos meses después sufren el martirio su hermana y su madre. Gloriosos mártires, cuya sangre fecunda hasta hoy la floreciente Iglesia coreana.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a Timoteo.
Querido hijo: Si alguien enseña otra cosa y no se atiene a los preceptos saludables de nuestro Señor Jesucristo, ni a la doctrina que es conforme a la piedad, es un ignorante y un orgulloso, ávido de discusiones y de vanas polémicas. De allí nacen la envidia, la discordia, los insultos, las sospechas malignas y los conflictos interminables, propios de hombres mentalmente corrompidos y apartados de la verdad, que pretenden hacer de la piedad una fuente de ganancias. Sí, es verdad que la piedad reporta grandes ganancias, pero solamente si va unida al desinterés. Porque nada trajimos cuando vinimos al mundo, y al irnos, nada podremos llevar. Contentémonos con el alimento y el abrigo. Los que desean ser ricos se exponen a la tentación, caen en la trampa de innumerables ambiciones, y cometen desatinos funestos que los precipitan a la ruina y a la perdición. Porque la avaricia es la raíz de todos los males, y al dejarse llevar por ella, algunos perdieron la fe y se ocasionaron innumerables sufrimientos. En lo que a ti concierne, hombre de Dios, huye de todo esto. Practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la constancia, la bondad. Pelea el buen combate de la fe, conquista la Vida eterna, a la que has sido llamado y en vista de la cual hiciste una magnífica profesión de fe, en presencia de numerosos testigos.
Palabra de Dios.
Comentario: Pablo motiva a Timoteo a pelear el “buen combate de la fe” entre quienes enseñan doctrinas contrarias a Jesucristo. Los discípulos de Jesús viven en la verdad y en la humildad y trabajan constructivamente en la Iglesia y en la sociedad. Como hijos de Dios, debemos saber gozar de los bienes materiales sin dejarnos atraer por la ambición y la avaricia.
R. ¡Felices los que tienen alma de pobres!
¿Por qué voy a temer en los momentos de peligro, cuando me rodea la maldad de mis opresores, de ésos que confían en sus riquezas y se jactan de su gran fortuna? R.
No, nadie puede rescatarse a sí mismo ni pagar a Dios el precio de su liberación, para poder seguir viviendo eternamente sin llegar a ver el sepulcro: el precio de su rescate es demasiado caro, y todos desaparecerán para siempre. R.
No te preocupes cuando un hombre se enriquece o aumenta el esplendor de su casa: cuando muera, no podrá llevarse nada, su esplendor no bajará con él. R.
Aunque en vida se felicitaba, diciendo: «Te alabarán porque lo pasas bien», igual irá a reunirse con sus antepasados, con ésos que nunca verán la luz. R.
ALELUIA Cfr. Mt 11, 25
Aleluia. Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Jesús recorría las ciudades y los pueblos, predicando y anunciando la Buena Noticia del Reino de Dios. Lo acompañaban los Doce y también algunas mujeres que habían sido sanadas de malos espíritus y enfermedades: María, llamada Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, esposa de Cusa, intendente de Herodes, Susana y muchas otras, que los ayudaban con sus bienes.
Palabra del Señor.
Comentario: Jesús caminaba acompañado por los Apóstoles y varias mujeres; algunas de ellas entregaban sus bienes para las necesidades del grupo misionero. Este es un estímulo para las comunidades eclesiales. Han de transitar el camino de la pastoral poniendo lo mejor de cada uno a favor del bien común.