INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA (S). Blanco.
Gloria. Credo. Prefacio propio.?Concluye el Mes de María.
María: El rostro nuevo del cristiano
El dogma de la Inmaculada Concepción fue declarado por el papa Pío IX (el 8 de diciembre del año 1854), afirmando que la virgen María –a diferencia de los demás seres humanos– nació libre del pecado original y no se contaminó con el pecado, en atención a su maternidad divina.
Esta doctrina se sostiene en la expresión del arcángel Gabriel: “¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (evangelio), que se eternizó en el “Ave María”.
Por esta gracia recibida y fructificada en María, Dios nos muestra cómo debe ser nuestro rostro de bautizados. Por el Sacramento del Bautismo hemos sido bendecidos (segunda lectura) y liberados del mal heredado. Como signo, hemos recibido una vestidura blanca y, por medio de nuestros padres y padrinos, nos comprometimos a mantenerla inmaculada hasta la Vida eterna. Cuando pecamos, en el Sacramento del Perdón recuperamos la inocencia.
Reflejándonos en María, nos confrontamos con su fe, su respuesta a Dios, y la forma de manifestar ese rostro de bautizados en nuestra vida personal, familiar y social. ¿Qué rostro ofrecemos? Hay un dicho que reza: No somos responsables de la cara que tenemos, pero sí somos responsables de la cara que ponemos.
Deseamos que quienes marchan hacia los Santuarios Marianos, no sean sólo una bella noticia folklórica, sino que favorezcan, el rejuvenecimiento de nuestro rostro cristiano y chileno, con una respuesta generosa a la gracia de Dios.
P. Martín Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Celebramos, en el privilegio mariano de la Inmaculada Concepción, la victoria sobre el mal. Dios se sirve de una mujer que él ha preparado cuidadosamente para darnos la esperanza de que al final triunfará el bien.
1ª LECTURA Gn 3, 9-15. 20
Guía: La Virgen María es la “mujer” destinada por Dios a ser Madre de Aquel que aplastará la cabeza del maligno.
Lectura del libro del Génesis.
Después que el hombre y la mujer comieron del árbol que Dios les habría prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?”. “Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí”. Él replicó: “¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que yo te prohibí?”. El hombre respondió: “La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él”. El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Cómo hiciste semejante cosa?”. La mujer respondió: “La serpiente me sedujo y comí”. Y el Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón”. El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes.
Palabra de Dios.
R. ¡Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas!
Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
Guía: Dios Padre, en la persona de Jesús, nos ha bendecido, elegido y predestinado a ser sus hijos, santos e irreprensibles en el amor.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en Él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido. En Él hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano ?según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad– a ser aquéllos que han puesto su esperanza en Cristo, para alabanza de su gloria.
Palabra de Dios.
Aleluia. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. Aleluia.
Guía: El relato de Lucas, rico en detalles significativos, nos muestra a María, a la escucha atenta de la palabra de Dios y dispuesta a su plena realización.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra». Y el Ángel se alejó.
Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Pan y vino sobre el altar, símbolos de nuestra debilidad y de nuestra pobreza; los ofrecemos con María para que el Señor nos los devuelva consagrados y nos refuercen en la lucha.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión plena con Cristo nos sana del pecado. María Inmaculada nos obtenga una vida transparente como la suya.
DESPEDIDA
Guía: María es portadora de Cristo; es sagrario de la Trinidad, icono de la Iglesia; son otros tantos motivos para que proclamemos esas maravillas e imitemos sus ejemplos.