Este domingo 24 de diciembre, la vicaría para la Educación celebró “Navidad en la Calle” en cuatro puntos simultáneos de la capital con almuerzos, actividades recreativas y la celebración de la Eucaristía. Jornada que estuvo dedicada a migrantes y personas en situación de calle.
El padre Andrés Moro, vicario para la Educación del arzobispado de Santiago, dio el vamos a las actividades con la celebración de la Eucaristía a las 10:30 de la mañana en la Fundación “Amigos de la Calle” de la comuna de Recoleta, en el lugar, recordó el sentido de la Navidad: “La Iglesia católica invita a todos a hacer una Navidad en la calle, hacernos parte de las personas en situación de calle, migrantes y adultos mayores. En estas fechas queremos que nadie esté solo y que descubramos que Navidad es Jesús”.
En el mismo lugar estuvo Angelo González, quien ha vivido varios años en la calle, para él, reunirse con voluntarios y las personas que están en su misma situación, le recuerda que no está solo en el mundo: “He estado bien y mal, por las malas decisiones que uno toma, cuesta mucho estar en la calle y gracias a esta Fundación y estas cosas tenemos momentos de felicidad porque es triste la noche en soledad. Esto nos hace sentirnos vivos y que aún queda esperanza”.
En Zenteno, fuera de la Basílica Corazón de María, tres venezolanos formaban parte del voluntariado para recibir a las personas que quisieran compartir un almuerzo fraterno. Diego Romero es uno de ellos, aunque lleva poco en el país, este día lo dedica a quienes más lo necesitan: “Yo tengo cinco meses en Chile, no es fácil porque mi cuerpo está acá, pero mi mente está en Venezuela. Me invitaron a participar y dije que sí, me encanta trabajar en actividades que tengan el don de servicio, agradecido de Dios de estar acá y poder ayudar”.
Ignacio Matta también es venezolano, el lleva aún menos tiempo en Chile: “Yo tengo 3 meses aquí, la acogida ha sido excelente y agradecido. Yo siempre participé en la iglesia católica en mi país y aquí pertenezco a la basílica y estoy feliz de ser parte de esto”, dijo.
Nuris lleva más de 1 año en Chile, ella, rodeada de migrantes, disfrutó del almuerzo en Independencia: “No me esperaba esta invitación, aquí he compartido con personas de Perú, de Chile, de distintas partes. Es lindo este gesto con nosotros”.
En el Colegio los Sagrados Corazones de Alameda está Jean, él es de Haití y lleva 5 meses en Chile. No entiende mucho el español, pero de igual forma agradece que lo acojan en estas fechas: “Es lindo el almuerzo, somos muchos, no estoy solo”, señaló.