Haciendo eco al llamado del Papa Francisco “Tiende tu mano al pobre” (cf. Si 7,32) la Iglesia de Santiago conmemoró este domingo la IV Jornada Mundial de los Pobres, junto a voluntarios, voluntarias y comensales del comedor Monte Carmelo, quienes recibieron una sorpresa del Papa Francisco de manos del Obispo Auxiliar de Santiago, padre Julio Larrondo.
El encuentro, organizado por la Vicaría de Pastoral Social Caritas, permitió devolver la esperanza a quienes han resentido la crisis, y también fue un espacio para reconocer y agradecer el trabajo de voluntarias y voluntarios que no han cesado en su misión de ayudar al prójimo, especialmente en este comedor que ha brindado ayuda a la comunidad por más de 12 años y que, en voz de su coordinadora Ivette Elgueta, dieron las gracias de que los hayan elegido en representación de todos los comedores que han ayudado al hermano que sufre.
Para ellos el Obispo Auxiliar de Santiago y Vicario para la zona Sur, padre Julio Larrondo, tuvo un sentido mensaje. “Este trabajo refleja la esencia de lo que la Iglesia siempre está haciendo. El estar cerca de los pobres. En el evangelio de hoy, Jesús nos habla de que cada vez que hicimos vestir y le dimos de comer al hermano más pobre, se lo hicimos a Él”. Para sellar este reconocimiento el padre sorprendió a los voluntarios del comedor con la entrega de una bendición apostólica que el mismo Papa Francisco les envío en agradecimiento al compromiso, entrega y cariño que han manifestado hacia los más necesitados.
Ante esto, el párroco de Nuestra Señora del Monte Carmelo, padre Eduardo Mera, manifestó este gesto como una gran bendición y agradeció la cercanía del Papa y de la Iglesia con su comunidad. “Es la confirmación de que esta es una obra donde el Señor está presente”.
También el vicario para la Pastoral Social, padre Jorge Muñoz SJ, tuvo palabras para los voluntarios, destacando que durante su labor no solo han tendido sus manos, sino que también su corazón a los más necesitados. “Las organizaciones comunitarias, territoriales nos han dado ejemplo de cómo responder ante la necesidad de los demás y hoy día, en este contexto, que mejor que sea un comedor el que nos siga marcando el camino”, expresó.
Durante la jornada se entregaron más de 70 raciones de almuerzos a los comensales que llegaron a las dependencias del comedor. Además, gracias a una alianza intersectorial, 15 de ellos accedieron al servicio de peluquería y barbería brindado por peluqueros y peluqueras de la Corporación Dolores Sopeña y 31 de ellos se tomaron el examen PCR de manera gratuita, gracias al móvil dispuesto por la Subsecretaría de Salud.
Paula Castro, una de las comensales, agradeció la labor que ha tenido la Iglesia durante esta pandemia. “Esta es una gran ayuda para la gente que vivimos en situación de vulnerabilidad. Ha sido un gran aporte para mi y mi familia. Desde que apareció el Covid, más frágil se nos ha vuelto todo. Que la Iglesia nos ayude, a nosotros que somos cristianos y hermanos todos, sigue el ejemplo como Cristo lo hizo también”.