En el Video del Papa de octubre, el Papa Francisco pide a todas las personas ser discípulos misioneros en la vida cotidiana, en el trabajo del día a día, dando testimonio del encuentro con Jesús y viviendo con sabor a Evangelio. Por esa razón, en octubre, mes en que empieza el camino sinodal y se celebra la Jornada Mundial de las Misiones, el Santo Padre profundiza en la naturaleza evangelizadora de la Iglesia y nos llama a todos a ser, justamente, discípulos misioneros.
Esta misión, a la que todos los bautizados estamos llamados, se centra, sobre todo, en “estar disponibles a su llamada y vivir unidos al Señor en las cosas más cotidianas, el trabajo, los encuentros, las ocupaciones de cada día, las casualidades de cada día, dejándonos guiar siempre por el Espíritu Santo”.
En unos días va a iniciar el Camino Sinodal de la Iglesia, una llamada a caminar juntos, como “Pueblo de Dios peregrino y misionero”. Ya en el video de agosto, el Pontífice había subrayado la vocación propia de la Iglesia, que es evangelizar. En aquella ocasión, abogaba por seguir, como Iglesia, una “opción más misionera”, que empezaba por “la reforma de nosotros mismos”.
Ahora el Papa profundiza sobre este llamado, invitando a hombres y mujeres a dejarse “mover” por Cristo y dar así testimonio de una vida que contagie a los demás, que atraiga sin obligar ni exigir. En el video nos dice que cada testimonio de vida provoca admiración, y la admiración hace que otros se pregunten: “¿cómo es posible que esto sea así?” o “¿de dónde le viene a esta persona el amor con que trata a todos, la amabilidad, el buen humor?”.
Ser misionero es buscar y fomentar el encuentro personal, cara a cara, de persona a persona. En el libro-entrevista “Sin Él no podemos hacer nada”. Una conversación sobre ser misioneros en el mundo de hoy, donde se recoge un intercambio entre el Papa Francisco y el periodista italiano Gianni Valente, el Santo Padre dice claramente que “la Iglesia crece por atracción y por testimonio”. Se trata de vivir cerca de Jesús, en el encuentro con los demás: “si Cristo te atrae, si te mueves y haces las cosas porque eres atraído por Cristo, otros lo notarán sin esfuerzo. No hay necesidad de demostrarlo, y mucho menos de exhibirlo”. Se trata de encarnar el Evangelio en la vida cotidiana. Un fuego que enciende otro fuego.
Recemos para que cada bautizado participe en la evangelización y esté disponible para la misión, a través de un testimonio de vida que tenga el sabor del Evangelio.
Jesús nos pide a todos, y a ti también, ser discípulos misioneros. ¿Estás preparado?
Basta con estar disponibles a su llamada y vivir unidos al Señor en las cosas más cotidianas, el trabajo, los encuentros, las ocupaciones de cada día, las casualidades de cada día, dejándonos guiar siempre por el Espíritu Santo.
Si te mueve Cristo, si haces las cosas porque Cristo te guía, los demás se dan cuenta fácilmente.
Y tu testimonio de vida provoca admiración, y la admiración hace que otros se pregunten: “¿Cómo es posible que esto sea así?” o “¿De dónde le viene a esta persona el amor con que trata a todos, la amabilidad, el buen humor?”
Recordemos que la misión no es proselitismo, sino que la misión se basa en un encuentro entre personas, en el testimonio de hombres y mujeres que dicen: “Yo conozco a Jesús, me gustaría que tú también lo conocieras”.
Hermanos y hermanas, recemos para que cada bautizado participe en la evangelización y que cada bautizado esté disponible para la misión a través de su testimonio de vida. Y que este testimonio de vida tenga sabor a Evangelio.
Papa Francisco – Octubre 2021