“No subiremos a la Tirana como estamos acostumbrados a celebrar, no por eso no celebraremos la Fiesta, sino, que lo haremos de una manera distinta”. Con estas palabras Monseñor Guillermo Vera Soto comenzaba a entregar el comunicado en el que anunciaba la determinación de no realizar la fiesta de Nuestra Señora del Carmen en el Pueblo de la Tirana este 16 de Julio, como parte del reporte diario que entrega la Gobernación Regional de Tarapacá con respecto al avance del COVID-19 en la región.
El obispo de Iquique aclaró que, junto al Intendente, Miguel Ángel Quezada, el alcalde de Pozo Almonte, Richard Gody, el Rector del Santuario, Carlos Inarejo Lillo, y el Presidente de los Bailes Religiosos, Juan Pablo Maturana, querían invitar a la gente a vivir esta Fiesta en la tranquilidad de sus hogares, en ambiente de familia, de oración, de alegría serena, en el ambiente de un pueblo que se cuida. “Que nuestras casas sean una Tirana, que nuestros corazones sean el más hermoso santuario”, dijo.
“Con motivo de la enfermedad que nos aflige, hace ya unas semanas que el Santuario está cerrado, y por el momento seguirá así, pero el corazón de la Virgen no lo estará, más bien, estará siempre atento, abierto y dispuesto a acoger la oración de los hijos que en cualquier lugar eleven hasta ella”, agregó monseñor Vera.
Con respecto a los Bailes Religiosos comentó que “estoy cierto que estos sentimientos animaron a las Asociaciones de Bailes Religiosos hace ya unas semanas a tomar el acuerdo de ofrecer el sacrifico de no subir al Santuario este año por las circunstancias que vivimos y ofreciendo así el sacrifico de la obediencia y de la responsabilidad con que hemos de cuidar la vida de nuestros mayores y de toda persona en cada una de nuestras familias. Como obispo agradezco esta determinación”.
Para finalizar, agregó que en las próximas semanas se irá entregando información de cómo se podrá vivir la Fiesta desde cada hogar. También enfatizó la necesidad de seguir cuidándose, acatando lo que las autoridades piden para nuestro bien y, al mismo tiempo, invitó a rezar en forma personal y familiar, disponiendo así nuestros corazones a vivir con frutos esta fiesta de un modo diferente.