De este concepto de “engendrar” toma sentido el apostolado editorial del libro, del periódico, de la película, de la música, de las redes sociales y de todos los modos de comunicase hoy.
María da a Cristo Maestro camino, verdad y vida. Su acción pretende dejarlo formado en los hombres. María forma y alimenta el Cuerpo místico que es la Iglesia. María es el modelo del apostolado paulino.
María está junto a los Apóstoles recibiendo el Espíritu Santo. Santiago Alberione la presenta a la Familia Paulina con su Hijo en sus mano, en actitud de entregarlo a todos. Como se puede ver en este cuadro.
En este mundo, donde los problemas y desafíos se multiplican, es urgente aumentar los apostolados, es “la hora de la Reina de los Apóstoles” (Alberione).
Oración a la Virgen compuesta por el beato Santiago Alberione
MATERNIDAD APOSTÓLICA EN EL ESPÍRITU
Virgen inmaculada, augusta reina de los mártires, estrella de la mañana, refugio seguro de los pecadores, alégrate de haber sido maestra, consuelo y madre de los apóstoles en el cenáculo, para invocar y obtener el divino Consolador, el Espíritu con sus siete dones, amor del Padre y del Hijo, renovador de los apóstoles.
Por tu misma omnipotencia suplicante, por tus humildes e irresistibles oraciones que conmueven siempre el corazón de Dios, obtenme la gracia de comprender el valor de los hombres rescatados del pecado por Jesús con su preciosisima sangre.
Que cada uno de nosotros se entusiasme por la belleza del apostolado cristiano; que el amor de Cristo nos apremie y nos conmueva la indigencia espiritual de la pobre humanidad. Haz que sintamos en nuestro corazón las necesidades de la niñez, de la juventud, de la virilidad y de la vejez; que los pueblos de la gran África, la inmensa Asia, la prometedora Oceanía, la agitada Europa y ambas Américas ejerzan sobre nosotros una poderosa atracción; que el apostolado del ejemplo y de la palabra, de la oración y de la prensa, del cine, de la radio y de la televisión, de las almas del purgatorio, conquiste a muchos corazones generosos hasta los más costosos sacrificios. Madre de la Iglesia,
Reina de los Apóstoles, abogada nuestra, a ti suspiramos Ruega por nosotros.