La ciudad de Lourdes, Francia, acogerá la XXV Jornada Mundial del enfermo el próximo 11 de febrero, celebración que fue instituida por san Juan Pablo II en 1992 y que, en esta ocasión, se realizará de manera extraordinaria por voluntad del papa Francisco.
En la presentación, realizada en la Santa Sede, monseñor Jean-Marie Mate Musivi Mupendawatu, secretario del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, explicó que será “un momento fuerte de oración, de compartir, de ofrecer el sufrimiento por el bien de la Iglesia en un momento en el que se nos llama a todos a reconocer el rostro de Cristo en el rostro del hermano enfermo”.
El lema de esta edición será “El asombro ante las obras que Dios realizar: El Poderoso ha hecho obras grandes por mí (Lc 1,49)”. Un idea que invita a seguir el camino seguido por santa Bernardette, hasta contemplar en María, la Inmaculada, y después su vida de silencio y meditación.
Lourdes acoge este evento por tercera vez, tras las jornadas de 1993 y 2004. Entre las numerosas personalidades que acudirán el 11 de febrero a Lourdes estará el cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, como legado pontificio, quien celebrará la Misa Solemne, en el aniversario de la primera aparición de la Virgen.
Además, se presentó la Nueva Carta de los Agentes Sanitarios, que revisa y actualiza el vademécum teológico-moral-médico nacido que ha sido, durante veinte años, un texto básico para los agentes sanitarios. “Desde el punto de vista doctrinal, la Nueva Carta para los Trabajadores Sanitarios, reafirma la sacralidad de la vida y su carácter como don de Dios. Los trabajadores sanitarios son ministros de la vida en cuanto que son servidores de ella y están llamados a amarla y a acompañarla en el recorrido existencial del engendrar-vivir-morir”, señaló Mons. Jean-Marie Mate Musivi Mupendawatu.