Cuenta la historia que la primera representación viva del pesebre vino de la inspiración de san Francisco de Asís. El santo, allá por la Navidad de 1223, tuvo la inspiración de hacer algo diferente para celebrar el nacimiento del Señor. Los vecinos del pueblo italiano de Greccio se reunieron para representar el nacimiento de Jesucristo. Francisco y su amigo Juan Velita organizaron a las personas que representarían a María, José, los pastores y los Reyes Magos y, siguiendo, el relato del evangelio, prepararon la escena.
Todos juntos celebraron la misa en Nochebuena. De acuerdo al relato de san Buenaventura, la similitud con el nacimiento original causó un profunda impresión en las personas. Más aún cuando Juan Velita aseguró haber visto un hermoso niño dormido en el presente, que luego san Francisco cogió en sus brazos y lo hizo dormir.
La representación del nacimiento se fue popularizando en las Iglesias de Italia, tradición que fue pasando al resto de Europa y luego a América. En el siglo XVII comenzó a hacerse costumbre en las iglesias de nuestro continente la instalación de un pesebre con figuras frente al altar. Tradición que también ha llegado a los hogares, en donde, junto al árbol, se coloca el pesebre como símbolo principal de la Navidad, como una invitación para que el Señor nazca en cada casa y en el corazón de cada persona.
Los invitamos a compartir una galería con pesebres, con el fin de continuar con esta hermosa tradición que alegra los hogares: