Inspirado en el centenario de las Apariciones de la Virgen en Fátima, SAN PABLO ha preparado su tradicional Mes de María rememorando aquel momento de misterio, fe y esperanza. Por esta razón, las introducciones de cada día del tiempo dedicado a la Madre del Señor, evocan aquel instante de las apariciones, no como una síntesis ni un resumen de ellas, sino como una recopilación sucinta de cómo fue ese encuentro de los tres niños con la Virgen, invitándonos a revivir en nuestro corazón ese momento.
Por esa razón, las oraciones y devoción hacia la Virgen María se han realizado bajo la advocación de la Virgen de Fátima, sobre todo luego de que el papa Francisco celebrara una eucaristía por los cien años de este suceso y canonizara, en mayo, a los beatos Jacinta y Francisco Marto. El Mes de María es una invitación a ir al encuentro de Dios a través de la Virgen, quien es capaz de iluminar en el corazón de cada creyente el amor de su Hijo.