Juan Alejandro Castro Guerrero, Psicólogo, Universidad las Américas sede Viña del Mar, Coordinador departamento socioemocional colegio Jean Paget
Bruno llegó al almacén de don Tino, miró el espejo sin detenerse. Aquí, seguro habrá harina tostada. Lo atendieron bien, como siempre. Con una poruña sacaron la harina tostada y la pesaron en una pesa mecánic. Al pagar, una máquina registradora antigua marcó la cantidad.
Cuando se iba, se acerca don Tino, con una cotona azul desgastada. Tino es descendiente de italiano, chileno de nacimiento, con rasgos claros de su ascendencia. Su negocio lo inició su abuelo, lo siguió su padre y ahora él en compañía de su hermano.
Tino: Bruno tienes un tiempo, esperaba verte por aquí para conversar de algo importante, no me atrevía a ir a verte.
Bruno: Sí, tengo tiempo. En la tarde me encontraré con una persona, ahora no hay inconveniente.
Tino le pidió que lo acompañara a su oficina. Esta tenía un escritorio antiguo, unas repisas con muchas carpetas y algunas cajas selladas. Una cocinilla con una tetera, en la muralla, unos cuadros de muy buen gusto. Le ofreció un café con galletas.
Tino: Hace algún tiempo que me cuesta concentrarme. Viene un cliente, me pide algo, voy a buscarlo y en el trayecto me quedo parado, y no sé qué me pidió. Antes podía leer una lista de varios artículos y volvía con ellos sin que tuviera la lista a mano.
Bruno: Tino. hay dos elementos que me nombras, uno es la atención y otro es la memoria, vamos por parte, ¿qué importancia tiene esto para usted?
Tino: Le quiero ser sincero, porque nos conocemos hace mucho tiempo. Creo que estoy viejo y tengo miedo de que no podré seguir trabajando.
Bruno: ¿Tendría problemas económicos si no sigue trabajando?
Tino: No, tenemos nuestros ahorros. Hemos sido muy previsores. Además, nuestros hijos son profesionales y lo mejor de este tiempo son nuestros nietos.
Bruno: ¿Cuál es su miedo, si su futuro se ve bien sin el negocio?
Tino: Qué va ser de mí, en qué voy a ocupar mi tiempo. Toda una vida trabajando detrás del mostrador, si dejo este negocio, siento que moriría pronto, ¿qué hare? No me veo viendo televisión o sentado en una reposera. Mi vida no tendría sentido.
Bruno: ¿Existe algún familiar o persona de confianza para seguir con el negocio?
Tino: Sí, Gino, el hijo de mi hermano. Es un chico bueno, cariñoso, la gente lo quiere mucho.
Bruno: ¿Por qué no lo considera como una posibilidad? Tal vez, sería una oportunidad para ver una nueva mirada.
Tino: Lo hemos conversado con mi hermano. Los dos estamos de acuerdo que Gino asuma, pero algo peculiar nos frena. Gino es más de la tecnología: pesas electrónicas, lectores de barras para la mercadería, computadores, tarjetas, transferencias, cuantas cosas más, hasta cámaras. Con mi hermano tenemos nuestras dudas.
Bruno: Me ha nombrado otro elemento. Primero, la atención, luego la memoria y ahora la ansiedad con miedos generalizados
Bruno miró el hermoso cuadro en la muralla, era un paisaje al óleo. El pintor es un artista, pensó, al mirarlo más le gustaba. Tino le dijo: “ese cuadro es una fiel replica de la cuidad de nuestros abuelos, San Gimigno, una ciudad antigua, bajo el sol de la toscana, y este otro cuadro es de la Piazza della Cisterna, de la misma ciudad. Cuando fui a Italia lo compré y se los traje de regalo a papá. Estaba feliz cuando lo vio. Me preguntó cuánto me había costado y cuando le dije el valor, agregó: ¡cómo se me ocurría gastar tanto dinero en un par de cuadros! Replicaba diciéndome que el dinero costaba mucho ganarlo para gastarlo en eso. Mire lo que es la vida, al tiempo lo puso ahí donde lo ve ahora. Papá lo veía varias veces y me lo encontré con una mirada perdida en los cuadros. Papá nunca fue a Italia, decía “que era muy caro ir y para qué ir, si acá lo tenía todo””.
Bruno sin más le pidió otro café a Tino, y empezó a describir algunos conceptos teóricos, con ejemplos prácticos, de las inquietudes que Tino había relatado. El tiempo corrió sin darse cuenta, era la hora de irse donde la señora Marta. Bruno se para y le dijo un par de cosas y la última petición.
La atención requiere concentración y alejar los detractores, la memoria se ejercita todos los días. Además, la ansiedad generalizada es algo que, con un buen café, podemos ir avanzando a superar los miedos. ¡Qué resumen! Me ha dado para una conversación de más de dos horas, dijo Tino.
Bruno le dijo: “aquí mi petición: cuando Gino se haga cargo del negocio, sí ustedes así lo deciden, estoy muy interesado en comprar el espejo de la vitrina”.
Una risa espontanea acompañó la respuesta de Tino: “lo he visto desde el mostrador cuando miraba el espejo, no tendrá mejor dueño que tú”.
Tino: Sea cual sea el futuro de este negocio, mañana le diré a mi hijo que me saque pasajes para Italia, quiero vivir la vida más allá que a través del bonito cuadro de papá.
Bruno: Ese es el primer paso de una nueva mirada, aún hay tiempo para atreverse a cosas nuevas, que tendrán el foco en usted. Tal vez, aprender a tocar un instrumento, hacer un curso de pintura o un taller para jóvenes emprendedores, con su valiosa experiencia, o, viajar por este hermoso país.
Tino: Mire usted, no es el negocio, no es mi miedo a la muert. Ahora entiendo: es mi miedo interno a perder mi rol de toda la vida.
Bruno: Por ahí va la mirada. Si usted quiere, no hay límites en los sueños, sobre todo si se quiere recorrer mil kilómetros. Hay que dar el primer paso.
Tino: Usted el jueves ¿podría acompañarme a un almuerzo al Club Italiano? Hay unas ricas pastas.
Bruno: Acepto, nos vemos el jueves.
La despedida fue con fuerte apretón de mano. La sinceridad era evidente.
Tino: ¿Le molesta si invito a mi hermano? Es importante que como familia tomemos decisiones juntos.
Bruno: Sería buenísimo.
Bruno sale del almacén y se detiene en el espejo. Era su sonrisa del espejo, que reflejaba su alegría por esta reunión: calidad de ayer, presente y esperanza de futuro para una buena calidad de vida.
En el almacén, Tino sonríe al ver a Bruno y una vez que se mira en el espejo, va a su cafetera, se sirve un café, se sienta en su escritorio y empieza a leer lo que anotó en la conversación. Además, de unos apuntes que le dejó Bruno y se puso a trascribir en un cuaderno guardado. Esta era la buena ocasión para usarlo.
La Memoria: Es la capacidad del cerebro para almacenar información y recordarla voluntariamente.
1.-Memoria a corto plazo permite retener información por periodos cortos 10 a 40 segundo es una capacidad limitada y finita.
2.-Memoria a largo plazo información de conocimientos, habilidades y recuerdos que se han adquirido a lo largo del tiempo
3.- Memoria declarativa almacenar y recuperar información consciente y voluntaria
4.-Memoria no declarativa la información que usamos inconsciente o involuntaria (andar en bicicleta, saludar, acciones automáticas)
5.-Memoria sensorial relacionada a los sentidos (ruidos, olores, gusto, vista y tacto)
Hay que mantener activa la memoria y ejercitarla diariamente
1.-Juegos mentales (cartas, adivinanzas, lotería, bingo, etc.)
2.- Usa tus sentidos
3.– Haz ejercicios
4.– Canta
5.– Baila
6.– Atreve a usar la tecnología
7.-Organiza el día tomando notas y revisando
8.-Guarda las llaves, documentos y otros en el mismo lugar
9.– Ejercita con recuerdo de dos o tres días (que almorcé el lunes, como me vestí el martes, etcétera)
10-Guarda un número de teléfono importante en tu memoria, ejercítalo a diario, colócalo a la vista para ejercitar (es primordial para situaciones complejas
11.– Mantén interrelaciones con amigos, parientes, personas conocidas, etcétera.
12.- Viaja
13.– Disfruta los pequeños y sencillos acontecimientos de la vida.
Tino cierra el cuaderno de apuntes y se queda pensativo. Mira el cuadro de su padre, recorre su vista por la oficina, ‒la conocía desde niño‒, no pensaba que era su prisión; al contrario. Recordó una enseñanza de su padre, como jugando al almacén, el cariño mutuo, las pizzas escondidas y tantos buenos recuerdos.
Tomó el teléfono negro, con disco trasparente, fondo blanco y números rojos. Funcionaba a la perfección, sin ninguna dificultad marcó el número, al otro lado contestó una mujer de voz suave.
Fiona: Si, diga usted
Tino: Mujer, ¿Cómo estás?
Fiona: ¿Qué te pasa, no esperaba una llamada a esta hora? ¿Pasa algo?
Tino: No, nada de qué preocuparse, quería preguntar ¿Tiene por ahí ese hermoso vestido morado, que te pusiste para nuestro aniversario de bodas?
Fiona: Sí, es el mismo que use para el último bautizo, el de ángel Kai.
Tino: Ese mismo ¿te lo podrías poner esta tarde? Te pasaré a buscar.
Fiona: Me has sorprendido. Está bien, te espero.
Tino: Genial, me tendría ese traje que a ti te gusta.
Fiona: Sí, lo preparo enseguida. Cuando llegues estará listo.
Tino colgó el teléfono y una sonrisa suspicaz se instaló en su cara. Tomó su cuaderno, avanzó hacia la puerta y se detuvo debajo del umbral. Luego, se dio vuelta y se dijo: “gracias y más gracias, por tanto”. Giró y repitió: “gracias y más gracias por lo que viene. Empezaré hoy, a disfrutar con mi esposa, que mejor con una salida, unos ravioles, un baile de tarantela. Celebraremos la vida, con una copa de vino, invitaré a mis hermanos. Me hacía falta gritos y charla de familia”. Se miró en el espejo de la entrada, dio un salto y dijo en voz alta: “¡Ahora empieza mi vida más allá del hermoso cuadro de mi padre!”.
5 Comments
El cuento es un regalo de esperanza y de amor .
El desarrollo narrativo del cuento nos introduce en nuestro propio Almacén Atrapado en el Tiempo .
La genuina conversación entre amigos, siempre permite construir puentes de acceso hacia la autopista de la felicidad.
Muy bonito tener recuerdos de nuestros seres queridos que ya partieron , me emocioné, ya que tengo un espejo de una vitrina donde mis abuelos , mis padres y mis hermanos que ya no están , sus alegrías se reflejaron , …… alegría que traspasan nuestras almas cuando yo me veo en ese preciso espejo junto a mi señora y familia.
Felicito el cuento, muy entretenido, lleno de experiencia de vida y respeto por la vida.
Hermoso relato , aprendizaje para quienes ya estamos en la edad de los olvidos y el no saber que hacer , buenos ítems de como podemos ocupar nuestro tiempo . Maravilloso relato y autorretrato del escritor Juan Alejandro . Felicidades por darnos la oportunidad de conocernos y a esta edad realizar juegos donde podamos ejercitar nuestra memoria. Gracias totales
Hermoso, es una realidad de vida, que aunque queramos no recordarla es para todos los humanos, nos vamos transformando con el correr del tiempo, lo contado en esta historia nos habla de nuestras capacidades en la Vida, es tan cierto lo que dice el autor ,debemos ejercitar a diario todo lo planteado, a este autor yo lo quiero mucho y lo sigo por su forma de vida, su generosidad, su humildad de ver las cosas.Lo felicito
Una vez más Juan Alejandro está demostrando con su letra y pluma, el talento innato que Dios le concedió…
Como en el cuento anterior que nos compartiste, el epílogo de ambas narrativas tienen en común el deseo de encontrarse con el ser amado, la compañera de ruta y de vida…., en esta historia, el lector no sólo estará motivado por el cuento sino que también se entrecruza con el sentido emocional y sicológico que debemos ejercitar y poner en práctica recurrentemente……
Tu narración me trajo a la memoria justamente el documental de la Memoria Infinita relacionada con la enfermedad de Alzheimer que padecía el protagonista Augusto Góngora y la noble tarea que debió desarrollar su esposa cuidándolo día y noche hasta su muerte….lección de vida sumamente bella y que difícil de igualar…
Además me retrata fielmente aquella parte que habla del miedo interno a perder el rol que he desempeñado toda la vida…. pues tiene mucho que ver en mi decisión personal de dejar de trabajar remuneradamente y tomar otras decisiones que permitan y conlleven a hacer realidad lo que tú planteas en el cuento….
En fin…bonita narración, no es fácil digerirla y entenderla a la primera lectura y que es justamente lo que caracteriza a nuestro amigo Juanin..
Se va en la volaaa..!!!!
Como futbolista Juan Alejandro…es un gran escritor y mejor sicólogo..
Buenas tardes
Citando a Maslow quien menciona que que solo las personas que encuentran un sentido a la vida se auto realizan su relato me hace sentido en cómo vamos perdiendo la atención en lo que realmente queremos para nuestro paso por la vida.
Sin duda aquello que deseamos transmite temores y miedos generando ansiedad que muchas veces resulta un estímulo para seguir avanzando sin duda nuestros recuerdos tienen una carga que aveces asumimos como propias lo importante es es asumir nuestras propias experiencias utilizando nuestra memoria para recordar y aprender no dejando atrás aquello que queremos para nosotros mismos y lo que esperamos para todas las etapas de nuestra vida en especial en aquella que nos recuerda que el tiempo a pasado y que no podemos desaprovechar así que a mirar nuestro almacén bonito y muy reflexivo mensaje práctico amigable y con sentido
Gracias
Roxana