Pelequén, del mapudungun pele ken: lugar donde se forman barriales, está ubicado en la comuna de Malloa, a 41 km de Rancagua, región del Libertador General Bernardo O”Higgins. Aparte de la industria vitivinícola, la elaboración de muebles de madera y la artesanía en piedra cantera rosada, el pueblo es famoso por el Santuario de Santa Rosa de Lima.
Dos leyendas relatan la llegada de esta devoción al pueblo: una cuenta que la imagen iba en una carreta que se dirigía desde Valparaíso a Colchagua, pero en el trayecto se cae. Los lugareños la recogen y comienzan a rendirle culto y pedirle favores, resultando ser muy milagrosa, lo que da inicio a la devoción.
La segunda historia, y más aceptada, cuenta que después de la guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Chile-Perú (1837-1839), en el año 1840, un oficial chileno trae a un “cholito” peruano para su servicio doméstico. Dirigiéndose hacia sus dominios, ubicados en las cercanías de Nancagua, quedan empantanados cerca del caserío de Pelequén. El muchacho sufría de fiebre tifoidea y no estaba en condiciones de continuar el viaje, siendo auxiliado por doña María Terán, natural del pueblo. Ante los requerimientos de la dueña de casa, el peruano descubre el tesoro que guarda en un arcón de madera: la milagrosa imagen de santa Rosa de Lima, a la que le piden por la salud del enfermo, quien, al día siguiente, amanece totalmente recuperado.
Velozmente la noticia se expande entre los vecinos de la comarca, quienes rápidamente acuden a conocer la imagen, le rezan y le piden favores. Recuperado, el peruano deja su querida imagen, a la que se le construye una gruta. Luego es construido el santuario, lo que configura un nuevo pueblo, que es el actual Pelequén. El antiguo caserío queda con el nombre de Pelequén Viejo.
Cada 30 de agosto el pueblo se viste de fiesta para honrar a la patrona de las Américas, Indias occidentales y Filipinas. En nuestro país también es celebrada en Arica, Saxamar, Caquena, Lontué, Ancud, Isla Cahuach y Punta Arenas.
Pidamos a santa Rosa de Pelequén que nos libre de terremotos, inundaciones e incendios, de los asaltos, encerronas y portonazos de los delincuentes y de las nefastas consecuencias del narcotráfico.
En Jesús, María y Pablo,
El Director.