El Cuerpo de Cristo (del latín) conmemora la institución de la Eucaristía, establecida por Jesucristo el jueves Santo, durante la última cena.
Se comienza a celebrar en Lieja (Bélgica) en 1246, siendo instituida para toda la Iglesia occidental por el Papa Urbano IV, el 8 de septiembre de 1264, mediante la bula Transiturus hoc mundo, luego de que en el año anterior, en la iglesia de Bolsena (Italia), un sacerdote fraccionara una hostia consagrada y de ella brotara sangre.
Lo más notorio y característico de la fiesta es la procesión por las calles, en las cuales el ministro, vestido con capa pluvial, porta en sus manos una custodia con el Santísimo Sacramento bajo el palio, una especie de techo móvil que consiste en una tela gruesa sostenida por cuatro o seis pilares. En algunas ciudades, los fieles confeccionan alfombras de flores sobre el pavimento, adornan calles y arman altares frente a las casas por donde pasará la procesión.
Tradicionalmente, ha sido considerado un día especial para recibir la Primera Comunión, por ese motivo, es notoria la participación de niñas y niños que han comulgado por primera vez en su vida.
«Jesucristo está presente en la Eucaristía de modo único e incomparable. Está presente, en efecto, de modo verdadero, real y sustancial: con su Cuerpo y con su Sangre, con su alma y su divinidad. Cristo, todo entero, Dios y hombre, está presente en ella de manera sacramental, es decir, bajo las especies eucarísticas del pan y del vino».
Compendio del Catecismo de la Iglesia Católica, 282
«Nos podemos preguntar si nuestras ciudades, si la gran ciudad que es Chile necesita de este pan de vida, y Jesús nos viene a decir que quien no come de su Carne, que quien no bebe de su Sangre no puede pretender tener vida. Nuestro país, nuestra convivencia, no puede ser una convivencia que tenga vida si no nos alimentamos del Señor, si su Sangre no vivifica nuestras intenciones».
Cardenal Arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, Extracto de la Homilía de Corpus Christi, año 2015
Es tiempo de que los católicos chilenos recuperemos el espíritu y participemos masivamente, cada año, en esta tradicional procesión del Corpus Christi que se celebra en todas las Diócesis del país.
En Jesús, María y Pablo,
El Director.