Hagan frutos de conversión
Motivación de entrada
La liturgia de hoy nos llama a producir frutos dignos de penitencia y conversión. La eucaristía, que nos preparamos a celebrar, es el lugar de la espera y de la presencia del Señor.
Acto penitencial
Hoy pedimos perdón por no haber acogido a nuestros hermanos con los mismos sentimientos de Cristo.
Oración colecta
Pidamos al Padre Dios que nuestras responsabilidades terrenas no nos aparten de caminar hacia él.
LECTURAS CICLO A
Primera lectura: Isaías 11, 1-10.
El profeta, con estilo poético, anuncia la llegada del Mesías, que lleno del Espíritu del Señor establecerá la paz, la justicia y la fraternidad.
Segunda lectura: Romanos 15, 4-9.
San Pablo exhorta a los cristianos a vivir en armonía, sirviéndose mutuamente para así poder alabar a Dios.
Evangelio: Mateo 3, 1-12.
Juan Bautista, con mucha fuerza, nos exhorta a la conversión porque el Reino de Dios está cerca.
Evangelio: Lucas 3, 1-6.
Juan el Bautista entra en la historia de la salvación y nos invita con fuerza a enderezar los caminos del Señor y convertirnos a él.
Oración de los fieles
Presentación de las ofendas
A la espera del Señor que viene, le presentamos el don de nuestras vidas: éxitos y fracasos, penas y alegrías. Lo hacemos cantando.
Comunión
Cristo viene a nosotros y se nos da a modo de comida. Vayamos alegres a su encuentro, a la espera, de su venida definitiva.
Despedida
El cristiano es el hombre de la espera y de la esperanza. Hoy nos preguntamos, junto a san Alberto Hurtado: ¿”Qué haría Cristo en mi lugar”? ¿Qué puedo y debo hacer a la espera de su venida?