Celebramos el último domingo de Cuaresma y la liturgia nos anticipa la resurrección del Señor.
Pedimos perdón por todas las veces que hemos sido sordos a la voz del Espíritu Santo y hemos ignorado sus inspiraciones.
Hoy suplicamos al Señor nos salve por el amor que lo empujó a entregarse por nosotros.
Presentación de las ofrendas
Ponemos sobre el altar, juntos con el pan y el vino, nuestros sacrificios, compromisos y nuestras esperanzas.
Comunión
La comunión con Jesús es un anticipo de la resurrección definitiva, si comulgamos realmente con su pasión y su muerte.
Despedida
Vayamos a anunciar a todos la buena noticia de Jesús: el que vive y cree en mí no morirá jamás.