Motivación de entrada
La liturgia nos presenta la más completa autorrevelación de Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Jesús es el único camino al Padre, la única verdad salvadora, la vida que no tiene fin.
Acto penitencial
Nos examinamos sobre las palabras con que Jesús se ha definido: ¿es realmente el camino al Padre para mí, para nosotros?, ¿es el único maestro cuya verdad aceptamos y seguimos, o buscamos a otros maestros?, ¿en qué sentido Jesús es para mí, para nosotros, la vida?
Lecturas bíblicas
Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 6, 1-7.
Se relata en la lectura de hoy la creación de los diáconos. Como indica su palabra, son hombres llamados a servir en la Iglesia y a atender a los pobres.
Segunda lectura: 1Pedro 2, 4-10.
San Pedro, en su carta, reafirma que Cristo es la piedra principal sobre la cual descansa la fe de la Iglesia.
Evangelio: Juan 14, 1-12.
El Evangelio nos propone hoy la declaración de Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre”. Ver a Jesús, es ver al Padre.
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
Con el pan y el vino, presentamos nuestra actividad misionera y nuestros sacrificios que sólo Dios conoce.
Comunión
“Yo soy la vid verdadera y vosotros los sarmientos; el que queda en mi y Yo en él, da mucho fruto”. Eso debe asegurarnos la comunión con Cristo.
Despedida
Como auténticos creyentes y discípulos de Jesús, anunciemos que sólo él es “el Camino, la Verdad y la Vida”, el único salvador.