Motivación de entrada
Toda la liturgia de hoy está dominada por la alegría y la paciencia. Dios quiere la felicidad de sus hijos, pero les exige que se abran a ella con obras de paciencia y de esperanza.
Acto penitencial
Pidamos perdón, a Dios, por haber preferido la felicidad efímera de las cosas y las satisfacciones pecaminosas, a su amor de Padre.
Lecturas bíblicas
Primera lectura: Sofonías 3, 14-18.
El profeta anuncia la liberación del mal y la alegría de la reconciliación y comunión de Dios con su pueblo.
Segunda lectura: Filipenses 4, 4-7.
¡El Señor está cerca! Esa esperanza, según san Pablo, es la fuente de nuestra alegría.
Evangelio: Lucas 3, 2 -3.10-18.
Juan el Bautista nos invita a dejar las obras malas, pero sobre todo a convertirnos a ese Jesús que él anuncia.
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
“Dios ama al que da con alegría” y no le gusta lo que se le ofrece con desgano. Es el momento de recordarlo mientras hacemos el ofrecimiento del pan, del vino y de otros dones.
Comunión
El recibir a Cristo y saber que viene a estar con nosotros, es manantial de alegría, pero también nos compromete a llevar una vida digna.
Despedida
Reconfortados con la palabra de Dios y con la fuerza del sacramento, vayamos a anunciar y testimoniar que Cristo ha venido, viene pronto, viene siempre.