Motivación de entrada
La liturgia de hoy nos llama la atención sobre un hecho significativo: el Señor resucitado se hace presente en la asamblea dominical, máxima expresión de la comunidad cristiana.
Acto penitencial
Pedimos perdón por todas nuestras actitudes contrarias a nuestra comunidad: romper la comunión, no colaborar en las obras de la Iglesia universal, diocesana y parroquial.
Lecturas Bíblicas
Primera lectura: Hechos de los Apóstoles 2, 42-47.
En la lectura se nos relata la vida de la primitiva comunidad cristiana: asidua a la palabra de Dios, a la eucaristía y viviendo la comunión de los bienes. El Señor la hacía crecer todos los días.
Segunda lectura: 1Pedro 1, 3-9.
En la lectura de la carta de Pedro, iremos reflexionando sobre nuestra condición de bautizados. Hoy nos regala esta perla: ustedes nunca han visto a Jesucristo y, sin embargo, lo aman; sin verlo creen en él, experimentan un indecible gozo.
Evangelio: Juan 20, 19-31.
En una primera aparición, Jesús trae a sus discípulos incrédulos los dones de la Pascua: la paz, la alegría, y el Espíritu Santo, la misión; y en la segunda, vence la incredulidad de Tomás.
Presentación de las ofrendas
Ponemos sobre el altar nuestra fidelidad cristiana como manifestación de entrega total a Cristo, con los dones del pan y del vino. Lo hacemos con alegría.
Comunión
La unión con Cristo en la eucaristía nos asegura el compromiso de una fe activa, llena de obras buenas.
Despedida
Somos no sólo individuos, somos miembros de la comunidad de Jesús. Vayamos a testimoniar comunitariamente a todos la alegría de la resurrección.