Motivación de entrada
La liturgia de hoy nos invita a seguir a Cristo, el Cordero de Dios, que ha venido a salvar al mundo y que nos asocia a su misión salvadora.
Acto penitencial
Hoy pedimos perdón: por no haber seguido a Jesús con prontitud y entusiasmo; por no haber sido miembros vivos y activos en la Iglesia; por no tomar en cuenta a María, modelo de fidelidad cristiana.
LECTURAS CICLO C
Primera lectura: Isaías 62, 1-5.
Dios no abandona a su pueblo; él lo ama como un esposo ama a su esposa y lo hará feliz.
Segunda lectura: 1Corintios 12, 4-11.
En la comunidad cristiana hay una gran variedad de carismas, de servicios y funciones, pero es el Espíritu el que los distribuye, anima y orienta.
Evangelio: Juan 2, 1-11.
Jesús realiza su primer signo y sus discípulos creen en él. La presencia de María en Caná es una invitación a que hagamos siempre lo que Jesús quiere de nosotros.
Oración de los fieles
Presentación de las ofrendas
Al comenzar el tiempo ordinario, llamado “per annum”, ponemos ante el Señor el pan y el vino de nuestros sacrificios cotidianos, con el compromiso de una vida santa.
Comunión
La comunión con Cristo –el único pan de vida– debe hacernos “un corazón y un alma sola” con él y con los hermanos.
Despedida
Dios sigue siendo el Emanuel: Dios con nosotros. Valoremos su presencia amiga en lo cotidiano. Que su palabra sea luz para nuestros pasos y nos reconforte en nuestro caminar.