13° durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año. Semana 1a del Salterio.
Jesús, signo de contradicción
Instaurar el Reino de justicia que proclama Jesús en una sociedad que defendía la acumulación de la riqueza, el prestigio y el poder no era tarea fácil. Hoy, las cosas no han cambiado mucho; sin embargo, la opción por el Reino de Jesús es como arar la tierra; por donde pasa, el arado deja sus huellas.
La expresión “no es digno de mí…” no significa que debemos amar en menor o mayor grado a nuestra familia; al contrario, a esta se la ama siempre. No obstante, podemos hacer “cortes profundos”, incluso con ella. Nunca seremos discípulos de Jesús si no rompemos con una forma de vida que considera “justa” la acumulación de las riquezas en manos de pocos y en perjuicio de los que tienen menos. No olvidemos que somos seguidores de un crucificado, alguien que fue perseguido, sentenciado a muerte y, por lo tanto, corremos la misma suerte si denunciamos lo injusto y mezquino.
El que recibe a un profeta… los primeros discípulos de Jesús, al igual que él, eran predicadores itinerantes que iban de ciudad en ciudad. No tenían morada fija y no eran bien vistos por la sociedad de entonces. Hoy es imperioso reconocer a Cristo en los más débiles o pobres, en las madres solteras que procuran la ayuda de instituciones sociales, en los extranjeros con papeles legales o sin ellos, en los niños que no poseen familia, en los que viven discriminación o en los ancianos olvidados en las casas de reposo. En una sociedad que defiende más la mentira que la verdad, la traición más que la lealtad, la violencia y no la paz o la corrupción más que la honestidad, estamos invitados a ver a Cristo siempre en el que sufre. Jesús no nos dice cómo solidarizarnos con los que proclaman el egoísmo humano y sus consecuencias, ni tampoco da recetas, pues cree que sus seguidores son lo suficientemente lúcidos, con sentido común y sensibles como para saber cuándo un pequeño gesto de hospitalidad, como dar un vaso de agua fresca, no quedará sin recompensa ante los ojos de Dios.
“El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará”, Mt 10, 39.
P. Fredy Peña T., ssp
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: La celebración de hoy nos ofrece unas referencias muy ricas para orientar nuestra vida: cuáles son las exigencias para seguir a Jesús y cómo debemos acoger a los mensajeros del Evangelio.
1ª LECTURA 2Rey 4, 8-11. 14-16a
Lectura del segundo libro de los Reyes.
Un día, Eliseo pasó por Sunám. Había allí una mujer pudiente, que le insistió para que se quedara a comer. Desde entonces, cada vez que pasaba, él iba a comer allí. Ella dijo a su marido: «Mira, me he dado cuenta de que ese que pasa siempre por nuestra casa es un santo hombre de Dios. Vamos a construirle una pequeña habitación en la terraza; le pondremos allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, y así, cuando él venga, tendrá donde alojarse». Un día Eliseo llegó por allí, se retiró a la habitación de arriba y se acostó. Entonces llamó a Guejazí, su servidor, y le preguntó: «¿Qué se puede hacer por esta mujer?». Guejazí respondió: «La mentablemente, no tiene un hijo y su marido es viejo». «Llámala», dijo Eliseo. Cuando la llamó, ella se quedó junto a la puerta, y Eliseo le dijo: «El año próximo, para esta misma época, tendrás un hijo en tus brazos». Palabra de Dios.
Comentario: Estos nacimientos subrayan la omnipotencia divina que traduce la muerte en vida. El milagro viene a ratificar que no es Baal quien da la fecundidad a los senos estériles sino Yahveh.
SALMO Sal 88, 2-3. 16-19
R. Cantaré eternamente el amor del Señor.
Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones. Porque tú has dicho: «Mi amor se mantendrá eternamente, mi fidelidad está afianzada en el cielo». R.
¡Feliz el pueblo que sabe aclamarte! Ellos caminarán a la luz de tu rostro; se alegrarán sin cesar en tu Nombre, serán exaltados a causa de tu justicia. R.
Porque Tú eres su gloria y su fuerza; con tu favor, acrecientas nuestro poder. Sí, el Señor es nuestro escudo, el Santo de Israel es realmente nuestro rey. R.
2ª LECTURA Rom 6, 3-4. 8-11
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: ¿No saben ustedes que todos los que fuimos bautizados en Cristo Jesús, nos hemos sumergido en su muerte? Por el bautismo fuimos sepultados con él en la muerte, para que así como Cristo resucitó por la gloria del Padre, también nosotros llevemos una Vida nueva. Pero si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él. Sabemos que Cristo, después de resucitar, no muere más, porque la muerte ya no tiene poder sobre él. Al morir, él murió al pecado, una vez por todas; y ahora que vive, vive para Dios. Así también ustedes, considérense muertos al pecado y vivos para Dios en Cristo Jesús. Palabra de Dios.
Comentario: En el ámbito de Dios, Pablo es realista, sabe que el pecado aún no se ha desterrado del mundo; por lo tanto, describe la idea de que la incorporación a Cristo por el bautismo es como un proceso que ya ha comenzado y que debe madurar en el tiempo.
ALELUIA 1Ped 2, 9
Aleluia. Ustedes, son una raza elegida, un sacerdocio real, una nación santa, un pueblo adquirido para anunciar las maravillas de aquel que los llamó de las tinieblas a su admirable luz. Aleluia.
EVANGELIO Mt 10, 37-42
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Dijo Jesús a sus apóstoles: El que ama a su padre o a su madre más que a mí, no es digno de mí; y el que ama a su hijo o a su hija más que a mí, no es digno de mí. El que no toma su cruz y me sigue, no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. El que los recibe a ustedes, me recibe a mí; y el que me recibe, recibe a aquel que me envió. El que recibe a un profeta por ser profeta, tendrá la recompensa de un profeta; y el que recibe a un justo por ser justo, tendrá la recompensa de un justo. Les aseguro que cualquiera que dé a beber, aunque solo sea un vaso de agua fresca, a uno de estos pequeños por ser mi discípulo, no quedará sin recompensa. Palabra del Señor.
Comentario: No se trata de que Jesús declare la guerra o división, sino que su mensaje siempre será signo de contradicción. Por un lado, buena noticia para los pobres; y por otro, mala noticia para los poderosos y explotadores que tienen como centro de su vida la manipulación.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Con el pan y el vino ofrecemos sobre el altar nuestro servicio cristiano que nace de nuestra participación en el sacerdocio de Cristo.
PREPARACIÓN PARA LA COMUNIÓN
Guía: Cristo en la Comunión nos une a él con un amor perpetuo, para que demos frutos duraderos.