1º Cuaresma. Morado.
Credo. Prefacio de Cuaresma.
Ni Jesús se salvó de las tentaciones
Para salvarnos, desde nuestra situación, respetando nuestra libertad, Jesús se hace hombre como nosotros… sujeto a las necesidades humanas y a las tentaciones… Nos enseña desde la vida y no desde la teoría.
Jesús ayuna cuarenta días y cuarenta noches, como la lluvia del diluvio, la estadía de Moisés en el Sinaí, los años de Israel en el desierto. Al fin tiene hambre y, acercándose el tentador, le dice a Jesús: “Si eres Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan”. La misma tentación del pueblo de Israel hambriento en el desierto cuando tiene hambre y se rebeló recordando las cebollas y la carne de Egipto. El diablo sugiere que Jesús se manifieste como es, el hijo de Dios, pero también que no sufra por ser un privilegiado. Muchas veces, las tentaciones se disfrazan de bondad…
La otra tentación es en el Templo, lugar santo. En una concepción rabínica, se narra que el Mesías se revelaría estando de pie, sobre el techo del Templo, para anunciar a Israel que la redención había llegado. Allí, y a la hora de los sacrificios, hubiese sido un momento más que propicio para presentarse como el Mesías… La tentación nos persigue en todos los lugares, hasta los más santos y utilizando la Biblia…
Finalmente, el escenario es el panorama de las potencias de este mundo… Todas pueden rendirse a tus pies si… renuncias a lo que el Padre te llamó… La tentación nos persigue en la vida diaria haciéndonos pensar que, alejándonos del camino del evangelio, vamos a progresar personalmente y materialmente…
El diablo se aleja… Pero Jesús tendrá otras tentaciones, como cuando lo quieren hacer rey, cuando Pedro quiere que no vaya a Jerusalén, cuando sus familiares quieren que vuelva a casa y deje su vocación… Hasta en la cruz…
No hay persona o institución que no tenga sus tentaciones… No hay persona ni institución que no pueda superarlas, porque el que venció nos dijo: “Yo he vencido el mundo por ustedes, siendo como ustedes”. Ahora él está con nosotros y con él podemos vencer cualquier tentación.
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio (Mt 4, 1).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: El tema del pecado, de la tentación y de la conversión domina la liturgia de hoy. Jesús, con su ejemplo, nos fortalece y ayuda a ser fieles al Padre Dios.
1ª LECTURA Gn 2, 7-9; 3, 1-7
Guía: Dios crea al hombre para la felicidad plena. El pecado -desobediencia a la voluntad de Dios- rompe la armonía original y es causa de los males de toda la Humanidad.
Lectura del libro del Génesis.
El Señor Dios modeló al hombre con arcilla del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en un ser viviente. El Señor Dios plantó un jardín en Edén, al oriente, y puso allí al hombre que había formado. Y el Señor Dios hizo brotar del suelo toda clase de árboles, que eran atrayentes para la vista y apetitosos para comer; hizo brotar el árbol de la vida en medio del jardín y el árbol del conocimiento del bien y del mal. La serpiente era el más astuto de todos los animales del campo que el Señor Dios había hecho, y dijo a la mujer: “¿Así que Dios les ordenó que no comieran de ningún árbol del jardín?”. La mujer le respondió: “Podemos comer los frutos de todos los árboles del jardín. Pero respecto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: ‘No coman de él ni lo toquen, porque de lo contrario quedarán sujetos a la muerte’”. La serpiente dijo a la mujer: “No, no morirán. Dios sabe muy bien que cuando ustedes coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y serán como dioses, conocedores del bien y del mal”. Cuando la mujer vio que el árbol era apetitoso para comer, agradable a la vista y deseable para adquirir discernimiento, tomó de su fruto y comió; luego se lo dio a su marido, que estaba con ella, y él también comió. Entonces se abrieron los ojos de los dos y descubrieron que estaban desnudos. Por eso se hicieron unos taparrabos, entretejiendo hojas de higuera.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 50, 3-6. 12-14. 17
R. ¡Piedad, Señor, pecamos contra ti!
¡Ten piedad de mí, Señor, por tu bondad, por tu gran compasión, borra mis faltas! ¡Lávame totalmente de mi culpa y purifícame de mi pecado! R.
Porque yo reconozco mis faltas y mi pecado está siempre ante mí. Contra ti, contra ti sólo pequé e hice lo que es malo a tus ojos. R.
Crea en mí, Dios mío, un corazón puro, y renueva la firmeza de mi espíritu. No me arrojes lejos de tu presencia ni retires de mí tu santo espíritu. R.
Devuélveme la alegría de tu salvación, que tu espíritu generoso me sostenga. Abre mis labios, Señor, y mi boca proclamará tu alabanza. R.
2ª LECTURA Rom 5, 12-19
Guía: Dios ama al hombre, su criatura predilecta, y en Cristo lo reintegra a la santidad primera.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: Por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. En efecto, el pecado ya estaba en el mundo, antes de la Ley, pero cuando no hay Ley, el pecado no se tiene en cuenta. Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, incluso en aquellos que no habían pecado, cometiendo una transgresión semejante a la de Adán, que es figura del que debía venir. Pero no hay proporción entre el don y la falta. Porque si la falta de uno solo provocó la muerte de todos, la gracia de Dios y el don conferido por la gracia de un solo hombre, Jesucristo, fueron derramados mucho más abundantemente sobre todos. Tampoco se puede comparar ese don con las consecuencias del pecado cometido por un solo hombre, ya que el juicio de condenación vino por una sola falta, mientras que el don de la gracia lleva a la justificación después de muchas faltas. En efecto, si por la falta de uno solo reinó la muerte, con mucha más razón, vivirán y reinarán por medio de un solo hombre, Jesucristo, aquellos que han recibido abundantemente la gracia y el don de la justicia. Por consiguiente, así como la falta de uno solo causó la condenación de todos, también el acto de justicia de uno solo producirá para todos los hombres la justificación que conduce a la Vida. Y de la misma manera que por la desobediencia de un solo hombre, todos se convirtieron en pecadores, también por la obediencia de uno solo, todos se convertirán en justos.
Palabra de Dios.
O más breve: Rom 5, 12. 17-19
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: Por un solo hombre entró el pecado en el mundo, y por el pecado la muerte, y así la muerte pasó a todos los hombres, porque todos pecaron. En efecto, si por la falta de uno solo reinó la muerte, con mucha más razón, vivirán y reinarán por medio de un solo hombre, Jesucristo, aquellos que han recibido abundantemente la gracia y el don de la justicia. Por consiguiente, así como la falta de uno solo causó la condenación de todos, también el acto de justicia de uno solo producirá para todos los hombres la justificación que conduce a la Vida. Y de la misma manera que por la desobediencia de un solo hombre, todos se convirtieron en pecadores, también por la obediencia de uno solo, todos se convertirán en justos.
Palabra de Dios.
VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO Mt 4, 4
El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.
EVANGELIO Mt 4, 1-11
Guía: Jesús va al desierto y es tentado por el diablo, pero supera las tentaciones con la palabra de Dios. Es un ejemplo para nosotros de cómo conducirnos ante las pruebas de la vida.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio. Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre. Y el tentador, acercándose, le dijo: “Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes”. Jesús le respondió: “Está escrito: ‘El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios’”. Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo, diciéndole: “Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: ‘Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra’”. Jesús le respondió: “También está escrito: ‘No tentarás al Señor, tu Dios’”. El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor, y le dijo: “Te daré todo esto, si te postras para adorarme”. Jesús le respondió: “Retírate, Satanás, porque está escrito: ‘Adorarás al Señor, tu Dios, y a Él sólo rendirás culto’”. Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.
Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Ponemos sobre el altar la ofrenda de nuestra vida, para conformarnos siempre más al proyecto de salvación que Dios tiene sobre nosotros.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Cristo, pan de vida, aumenta en nosotros la fe, la esperanza y el amor y, a la vez, nos alimenta con su palabra salvadora.
DESPEDIDA
Guía: Tiempo de Cuaresma: tiempo de conversión; asumimos los medios que nos hacen caminar resueltamente hacia la Pascua: el ayuno solidario, la oración frecuente y la caridad fraterna con actos concretos.