3º de Cuaresma. Morado.
No se dice Gloria. Credo. Prefacio de Cuaresma. Día internacional de la mujer.
El templo es el cuerpo del alma
Los evangelios sinópticos presentan la expulsión de los vendedores y los cambistas del Templo hacia el final de la vida pública de Jesús, poco antes de ser crucificado. Pero Juan, el último evangelista, lo coloca al principio. Quiere indicar que, para él, este episodio es muy importante: con la predicación de Jesús, comenzaba una nueva era en la historia de la salvación de la Humanidad, una nueva liturgia, un nuevo templo, una nueva relación con Dios.
Entenderemos mejor este episodio, si pensamos que Jesús no se oponía tanto a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas, y a los cambistas. Ellos prestaban un servicio a los peregrinos, pero estaban manejados por los sumos sacerdotes, que con el culto a Dios hacían un formidable negocio. Marcos dice que, cuando los sumos sacerdotes y los escribas se enteraron de esto, buscaron la forma de matarlo porque le tenían miedo.
Jesús define el Templo como “la casa de mi Padre”, lo cual indica que ama ese lugar de encuentro con Dios. Por eso, debe estar siempre purificado, limpio, para poder adorarlo con total libertad.
También nosotros podemos ir a la iglesia con una mentalidad mercantilista: llevamos buenas obras y oraciones esperando recibir beneficios. Cuando nos sucede algo inesperado, como enfermedades, accidentes o problemas, queremos ver qué mal hemos cometido. Y hasta incriminamos a Dios por injusto con una buena persona que no merecía castigos.
Jesús termina enseñando que el nuevo templo es su cuerpo: lo destruirán, pero él lo reconstruirá al tercer día. Los Apóstoles comprenderán todo después de su resurrección. Después de Pentecostés entenderán que el Señor resucitado está presente en todos los que creen y son bautizados. Nosotros somos parte de ese cuerpo vivo. El Señor quiere tener con nosotros una relación de amor y no de mercado.
“Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio” (Jn 2,16).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: En este tercer domingo de Cuaresma, la liturgia, con el simbolismo del agua, nos ayuda a revivir nuestro bautismo.
1ª LECTURA Éx 20, 1-17
Guía: Dios entrega las leyes divinas que guiarán la vida de su pueblo: la relación con él y entre los hermanos.
Lectura del libro del Éxodo.
Dios pronunció estas palabras: “Yo soy el Señor, tu Dios, que te hice salir de Egipto, de un lugar de esclavitud. No tendrás otros dioses delante de mí. No te harás ninguna escultura y ninguna imagen de lo que hay arriba, en el cielo, o abajo, en la tierra, o debajo de la tierra, en las aguas. No te postrarás ante ellas, ni les rendirás culto, porque Yo soy el Señor, tu Dios, un Dios celoso, que castigo la maldad de los padres en los hijos, hasta la tercera y cuarta generación, si ellos me aborrecen; y tengo misericordia a lo largo de mil generaciones, si me aman y cumplen mis mandamientos. No pronunciarás en vano el Nombre del Señor, tu Dios, porque Él no dejará sin castigo al que lo pronuncie en vano. Acuérdate del día sábado para santificarlo. Durante seis días trabajarás y harás todas tus tareas; pero el séptimo es día de descanso en honor del Señor, tu Dios. En él no harán ningún trabajo, ni tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni el extranjero que reside en tus ciudades. Porque en seis días, el Señor hizo el cielo, la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, pero el séptimo día descansó. Por eso el Señor bendijo el día sábado y lo declaró santo. Honra a tu padre y a tu madre, para que tengas una larga vida en la tierra que el Señor, tu Dios, te da. No matarás. No cometerás adulterio. No robarás. No darás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la casa de tu prójimo: no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni ninguna otra cosa que le pertenezca”. Palabra de Dios.
SALMO Sal 18, 8-11
R. Señor, Tú tienes palabras de Vida eterna.
La ley del Señor es perfecta, reconforta el alma; el testimonio del Señor es verdadero, da sabiduría al simple. R.
Los preceptos del Señor son rectos, alegran el corazón; los mandamientos del Señor son claros, iluminan los ojos. R.
La palabra del Señor es pura, permanece para siempre; los juicios del Señor son la verdad, enteramente justos. R.
Son más atrayentes que el oro, que el oro más fino; más dulces que la miel, más que el jugo del panal. R.
2ª LECTURA 1Cor 1, 22-25
Guía: Pablo nos anuncia cómo la fuerza y la sabiduría divina cuelgan de la cruz.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Hermanos: Mientras los judíos piden milagros y los griegos van en busca de sabiduría, nosotros, en cambio, predicamos a un Cristo crucificado, escándalo para los judíos y locura para los paganos, pero fuerza y sabiduría de Dios para los que han sido llamados, tanto judíos como griegos. Porque la locura de Dios es más sabia que la sabiduría de los hombres, y la debilidad de Dios es más fuerte que la fortaleza de los hombres. Palabra de Dios.
ACLAMACIÓN Jn 3, 16
Dios amó tanto al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en Él tenga Vida eterna.
EVANGELIO Jn 2, 13-25
Guía: Hoy el evangelio afirma la filiación divina de Jesús. Su autoridad y sabiduría tienen el sello divino.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Se acercaba la Pascua de los judíos. Jesús subió a Jerusalén y encontró en el Templo a los vendedores de bueyes, ovejas y palomas y a los cambistas sentados delante de sus mesas. Hizo un látigo de cuerdas y los echó a todos del Templo, junto con sus ovejas y sus bueyes; desparramó las monedas de los cambistas, derribó sus mesas y dijo a los vendedores de palomas: “Saquen esto de aquí y no hagan de la casa de mi Padre una casa de comercio”. Y sus discípulos recordaron las palabras de la Escritura: “El celo por tu Casa me consume”. Entonces los judíos le preguntaron: “¿Qué signo nos das para obrar así?”. Jesús les respondió: “Destruyan este templo y en tres días lo volveré a levantar”. Los judíos le dijeron: “Han sido necesarios cuarenta y seis años para construir este Templo, ¿y Tú lo vas a levantar en tres días?”. Pero Él se refería al templo de su cuerpo. Por eso, cuando Jesús resucitó, sus discípulos recordaron que Él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en la palabra que había pronunciado. Mientras estaba en Jerusalén, durante la fiesta de Pascua, muchos creyeron en su Nombre al ver los signos que realizaba. Pero Jesús no se fiaba de ellos, porque los conocía a todos y no necesitaba que lo informaran acerca de nadie: Él sabía lo que hay en el interior del hombre. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Con los dones del pan y del vino, ponemos sobre el altar nuestro deseo de perdonar sinceramente a nuestros hermanos.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Hoy nos preguntamos, como otras veces: ¿Qué haría Cristo si estuviera en mi lugar? La respuesta concreta: “Hasta que nos duela”, marca la medida de nuestra unión con Cristo.
DESPEDIDA
Guía: En nuestro mundo consumista, en que se olvidan los valores que dan sentido a la existencia, nos comprometemos a ser agua viva, como Cristo, para nuestros hermanos menos favorecidos en cultivar su fe.