De la feria. Verde.
San Camilo de Lelis, p. (ML). Blanco.
LECTURA Is 26, 7-9. 12. 16-19
Lectura del libro de Isaías.
La senda del justo es recta, Tú allanas el sendero del justo. Sí, en la senda trazada por tus juicios, esperamos en ti, Señor: tu Nombre y tu recuerdo son el deseo de nuestra alma. Mi alma te desea por la noche, y mi espíritu te busca de madrugada, porque cuando tus juicios se ejercen sobre la tierra, los habitantes del mundo aprenden la justicia. Señor, Tú nos aseguras la paz, porque eres Tú el que realiza por nosotros todo lo que nosotros hacemos. En medio de la angustia, Señor, acudimos a ti, clamamos en la opresión, cuando nos golpeaba tu castigo. Como la mujer embarazada, que está por dar a luz, se retuerce y da gritos de dolor, así éramos nosotros delante de ti, Señor. Hemos concebido, nos hemos retorcido, y no dimos a luz más que viento. ¡No hemos traído la salvación a la tierra, no le nacieron habitantes al mundo! Pero tus muertos revivirán, se levantarán sus cadáveres. ¡Despierten y griten de alegría los que yacen en el polvo! Porque tu rocío es un rocío de luz, y la tierra dará vida a las Sombras. Palabra de Dios.
Comentario: A pesar de haber olvidado la presencia de Dios, y en medio de las dificultades, nace una nueva esperanza para Israel: “Tu rocío es un rocío de luz, y la tierra dará vida a las sombras”. Israel entiende y asume que el Dios en quien creen es rico en misericordia, fiel y quiere que sus hijos superen sus propios males, incluso la misma muerte.
SALMO Sal 101, 13-14. 15-21
R. El Señor miró a la tierra desde el cielo.
Tú, Señor, reinas para siempre, y tu Nombre permanece eternamente. Tú te levantarás, te compadecerás de Sión, porque ya es hora de tenerle piedad, tus servidores sienten amor por esas piedras y se compadecen de esas ruinas. R.
Las naciones temerán tu Nombre, Señor, y los reyes de la tierra se rendirán ante tu gloria: cuando el Señor reedifique a Sión y aparezca glorioso en medio de ella; cuando acepte la oración del desvalido y no desprecie su plegaria. R.
Quede esto escrito para el tiempo futuro y un pueblo renovado alabe al Señor: porque Él se inclinó desde su alto Santuario y miró a la tierra desde el cielo, para escuchar el lamento de los cautivos y librar a los condenados a muerte. R.
ALELUIA Mt 11, 28
Aleluia. “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré”, dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Mt 11, 28-30
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jesús tomó la palabra y dijo: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mí, porque soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana”. Palabra del Señor.
Comentario: Cada maestro proponía su propia doctrina, mandamientos, obediencia, autoridad, alianzas (yugo) etc. Jesús no simpatiza con las cargas pesadas de otros maestros y les asegura de su parte un yugo suave y ligero. Les inculca el espíritu de la Ley y propone un modo nuevo para dejar la esclavitud con la cual esta era impuesta.