De la feria. Verde. San Martín de Porres, r. (ML). Blanco.
Semana 31° durante el año – Semana III del Salterio.
LECTURA Flp 2, 1-4
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Filipos.
Hermanos: Si la exhortación en nombre de Cristo tiene algún valor, si algo vale el consuelo que brota del amor o la comunión en el Espíritu, o la ternura y la compasión, les ruego que hagan perfecta mi alegría, permaneciendo bien unidos. Tengan un mismo amor, un mismo corazón, un mismo pensamiento. No hagan nada por interés ni por vanidad. Que la humildad los lleve a estimar a los otros como superiores a ustedes mismos. Que cada uno busque no solamente su propio interés, sino también el de los demás. Palabra de Dios.
Comentario: “En nombre de Cristo”, Pablo exhorta a vivir en el amor y la unidad. Desde las palabras y el ejemplo de Jesús, las comunidades que se llamen “cristianas” se comprometen a vivir en la fraternidad y la comunión, dejando de lado toda ambición personal y competencias entre sus integrantes.
SALMO Sal 130, 1-3
R. ¡Guarda mi alma en la paz junto a ti, Señor!
Mi corazón no se ha enorgullecido, Señor, ni mis ojos se han vuelto altaneros. No he pretendido grandes cosas ni he tenido aspiraciones desmedidas. R.
Yo aplaco y modero mis deseos: como un niño tranquilo en brazos de su madre, así está mi alma dentro de mí. Espere Israel en el Señor, desde ahora y para siempre. R.
ALELUIA Jn 8, 31-32
Aleluia. «Si ustedes permanecen fieles a mi palabra, serán verdaderamente mis discípulos y conocerán la verdad», dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Lc 14, 1. 12-14
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
Un sábado, Jesús entró a comer en casa de uno de los principales fariseos. Ellos lo observaban atentamente. Jesús dijo al que lo había invitado: «Cuando des un almuerzo o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, no sea que ellos te inviten a su vez, y así tengas tu recompensa. Al contrario, cuando des un banquete, invita a los pobres, a los lisiados, a los paralíticos, a los ciegos. ¡Feliz de ti, porque ellos no tienen cómo retribuirte, y así tendrás tu recompensa en la resurrección de los justos!» Palabra del Señor.
Comentario: ¿Hemos invitado a los pobres a nuestra mesa? Entendemos que Jesús invita no solo a un plato de comida, sino que además hay que entregarles amor y preocuparse por cuanto están pasando. Es perder el tiempo con ellos. Esto implica sentarse a la mesa con ellos y no solo dar una limosna en la calle.