De la feria. Blanco. ?San Raimundo de Peñafort, p. (ML). Blanco.
Prefacio de Epifanía.
LECTURA 1Jn 4, 7-10
Lectura de la primera carta de san Juan.
Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos vida por medio de Él. Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados.
Palabra de Dios.
Comentario: “Dios nos amó primero” escribe Juan, luego de experimentar en carne propia, la cercanía de Jesús. Este amor de Dios lo podemos experimentar en tantos “signos suyos” que nos regala la vida, y “amando” a nuestros semejantes. Una manera de actualizar el proverbio: “Amor con amor se paga”. Quien se siente amado, responde de igual modo.
SALMO Sal 71, 1-4. 7-8
R. ¡Pueblos de la tierra, alaben al Señor!
Concede, Señor, tu justicia al rey y tu rectitud al descendiente de reyes, para que gobierne a tu pueblo con justicia y a tus pobres con rectitud. R.
Que las montañas traigan al pueblo la paz, y las colinas, la justicia; que él defienda a los humildes del pueblo, socorra a los hijos de los pobres. R.
Que en sus días florezca la justicia y abunde la paz, mientras dure la luna; que domine de un mar hasta el otro, y desde el Río hasta los confines de la tierra. R.
ALELUIA Lc 4, 18
Aleluia. El Señor me envió a llevar la Buena Noticia a los pobres, a anunciar la liberación a los cautivos. Aleluia.
EVANGELIO Mc 6, 34-44
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Jesús vio una gran muchedumbre y se compadeció de ella, porque eran como ovejas sin pastor, y estuvo enseñándoles tarde, sus discípulos se acercaron y le dijeron: «Éste es un lugar desierto, y ya es muy tarde. Despide a la gente, para que vaya a los campos y poblaciones cercanos a comprar algo para comer». Él respondió: «Denles de comer ustedes mismos». Ellos le dijeron: «¿Tendríamos que ir a comprar doscientos denarios de pan para dar de comer a todos?». Jesús preguntó: «¿Cuántos panes tienen ustedes? Vayan a ver». Después de averiguarlo, dijeron: «Cinco panes y dos pescados». Él les ordenó que hicieran sentar a todos en grupos, sobre la hierba verde, y la gente se sentó en grupos de cien y de cincuenta. Entonces Él tomó los cinco panes y los dos pescados y, levantando los ojos al cielo, pronunció la bendición, partió los panes y los fue entregando a sus discípulos para que los distribuyeran. También repartió los dos pescados entre la gente. Todos comieron hasta saciarse, y se recogieron doce canastas llenas de sobras de pan y de restos de pescado. Los que comieron eran cinco mil hombres.
Palabra del Señor.
Comentario: Jesús se muestra compasivo con los necesitados. Mientras sus discípulos quieren liberarse del peso de la gente, él los invita a ser generosos y a darles de comer. Anticiparse a las necesidades del otro refleja una actitud empática positiva como la de Jesús. Muchas veces los demás no se animan a decir “necesito esto”, pero cuando hay sensibilidad no se necesitan tantas palabras.