Andrés R. M. MOTTO
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Mis amables y perseverantes lectores. En este mes de junio ya hemos vuelto a la liturgia del Tiempo ordinario y estamos experimentando los primeros fríos otoñales. Así que, tomando un café, té o mate, podemos leer este artículo que nos señala algunas pistas para crecer en la fe de acuerdo con el Evangelio de Lucas.
San Lucas plantea la fe en situaciones vinculadas con la sanación. Por ejemplo, lo vemos con relación a los que trajeron al paralítico a Jesús (Lc 5, 20) y con el centurión cuyo siervo fue sanado (Lc 7, 9). Una idea que nos puede venir al leer estos textos es que Dios quiere la salud de todo el mundo, pero la fe es la puerta por el cual dejamos que entre la sanación divina. Asimismo, en el evangelio de Lucas, cuatro veces nos encontramos con la expresión: “Tu fe te ha salvado”. Jesús se dirige de este modo a una mujer que era prostituta (Lc 7, 50), a la mujer curada de sus hemorragias menstruales (Lc 8, 48), al único de los 10 ex leprosos que volvió para agradecer y a alabar a Dios por haberle curado (Lc 17, 19) y al ciego de Jericó (Lc 18, 42).
El Jesús de Lucas es paciente frente a la “poca fe” de sus discípulos. En la repentina tormenta en el lago, Jesús preguntó a sus discípulos: “¿Dónde está su fe?” (Lc 8, 25). Esta paciencia es necesaria para formarlos como hombres de fe. Ellos mismos le piden: “Aumenta nuestra fe” (Lc 17, 5), así como ya le habían pedido que les enseñara a rezar (Lc 11, 1). Jesús les señala que Dios defenderá y dará los dones necesarios a quienes le pidan con fe y perseverancia. Pero hace una advertencia vinculada al paso del tiempo: “cuando regrese el Hijo del Hombre, ¿Encontrará todavía fe en la tierra?” (Lc 18, 8). En la última cena, Jesús oró por Pedro “para que no te falte la fe” (Lc 22, 32). Justamente, por ese resto de fe, Pedro no desesperó a causa de haber obrado mal, sino que regresó al Salvador resucitado. De paso, también señalemos que, en el evangelio de Lucas, es importante la relación entre la fe y la oración.
Dijimos que la fe se vincula a la sanación, pero también a la salvación (Lc 3, 6). En Lucas, los ángeles anuncian a los pastores el nacimiento del Salvador (Lc 2, 11). Es decir, la fe es esencial para abrirse a la redención. El evangelista busca que sus lectores comprendan lo central que es la fe para aceptar el tiempo de salvación traído por Jesús (Lc19, 9). Es decir, interpretar la fe como una experiencia que salva y de ahí la expresión de Jesús: “Tu fe te ha salvado”. Fe y salvación se reclaman como dos caras de una misma moneda.
Asimismo, san Lucas declara que el contenido de la fe es Jesús como Salvador. Ella nos permite ver la realidad de Jesús, porque él es el Salvador. De modo que, el compromiso nuestro es llevar un estilo de vida con relación a Jesús Salvador. También anunciarlo a nuestros hermanos y hermanas y nos lleve a una fe misionera. En resumen: el evangelio de Lucas permite entender la fe como una experiencia que se construye y se configura a partir de la experiencia de encuentro con Dios mediante la persona de Jesucristo.
Se puede decir que en la medida que se crece en el conocimiento de la bondad, del poder y del amor a Dios, se crece entonces en la fe, entendida como un proceso dinámico que ya no se detiene jamás. Al afirmar este proceso, san Lucas no niega que puede haber crisis de fe. Siempre puede rondar al creyente los problemas de la poca fe o una fe que no trasforme la vida o incluso la pérdida de la fe. Pero si la fe arraiga, ella nos mantiene en la espera y sostiene la teología de la larga historia de la humanidad. Ahora bien, realizadas estas prevenciones, el evangelista Lucas nos anima al indicar las grandes proezas que se pueden realizar si tenemos fe, aunque no sea tan grande como quisiéramos. Les propongo crecer en la fe y dar testimonio de Jesús Salvador. Hasta el próximo mes mis amigos y amigas.
–Cómo leer el Evangelio de Lucas (Ivo Storniolo): Lucas tiene una gran preocupación social y dedica mucha atención a las personas. Su preferencia está siempre a favor de los pobres, de los humildes y pequeños, y, sobre todo, de los marginados, de los pecadores públicos y de las mujeres que estaban tan ausentes de la vida social en el mundo palestino. Lucas quiere subrayar que Jesús vino para ellos, a traerles la justicia y la liberación, no para que ellos simplemente se encajen en la sociedad y en la historia.
–El camino abierto por Jesús: Lucas (José Antonio Pagola): Esta obra, que recoge algunos de los muchos comentarios a los textos de los cuatro evangelios publicados por el autor, se titula El camino abierto por Jesús. Está redactada con la finalidad de ayudar a entrar por la senda abierta por Jesús, centrando nuestra fe en el seguimiento a su persona. Un libro que nace de la voluntad de recuperar la Buena Noticia de Jesús para los hombres y mujeres de nuestro tiempo. El evangelio de Lucas es probablemente el más atractivo. El primero que hemos de leer para descubrir con gozo a Jesús, el Salvador enviado por Dios «para buscar y salvar lo que estaba perdido». Al mismo tiempo es el más accesible para captar el mensaje de Jesús como Buena Noticia de un Dios compasivo, defensor de los pobres, curador de los enfermos y amigo de pecadores.