De la feria. Verde. Santos Cosme y Damián, mrs. (ML). Rojo.
Lectura de la profecía de Ageo.
En el segundo año del rey Darío, el primer día del sexto mes, la palabra del Señor fue dirigida, por medio del profeta Ageo, a Zorobabel, hijo de Sealtiel, gobernador de Judá, y a Josué, hijo de lehosadac, el Sumo Sacerdote, en estos términos: Así habla el Señor de los ejércitos: Este pueblo dice: «Todavía no ha llegado el momento de reconstruir la Casa del Señor». Y la palabra del Señor llegó, por medio del profeta Ageo, en estos términos: ¿Es éste acaso el momento de que ustedes vivan en sus casas revestidas de madera, mientras esta Casa está en ruinas? Ahora bien, así habla el Señor de los ejércitos: ¡Consideren la situación en que se encuentran! Ustedes han sembrado mucho, pero han cosechado poco; han comido, pero no se han saciado; han bebido, pero no han apagado su sed; se han vestido, pero no se han abrigado; y el asalariado ha puesto su jornal en saco roto. Así habla el Señor de los ejércitos: Suban a la montaña, traigan madera y reconstruyan la Casa; Yo la aceptaré gustoso y manifestaré mi gloria.
Palabra de Dios.
Comentario: Ageo habló, en nombre de Dios, en tiempos de Esdras (se leyó los días anteriores). Como profeta, Ageo llama a tomar consciencia que no es justo preocuparse en demasía por la propia vivienda y descuidar la reconstrucción del Templo. No es bueno ocuparnos de nosotros, olvidando a Dios y a nuestros semejantes.
R. ¡El Señor ama a su pueblo!
Canten al Señor un canto nuevo, resuene su alabanza en la asamblea de los fieles; que Israel se alegre por su Creador y los hijos de Sión se regocijen por su Rey. R.
Celebren su Nombre con danzas, cántenle con el tambor y la cítara, porque el Señor tiene predilección por su pueblo y corona con el triunfo a los humildes. R.
Que los fieles se alegren por su gloria y canten jubilosos en sus fiestas. Glorifiquen a Dios con sus gargantas. Esto es un honor para todos sus fieles. R.
Aleluia. «Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí», dice el Señor. Aleluia.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El tetrarca Herodes se enteró de todo lo que Jesús hacía y enseñaba, y estaba muy desconcertado porque algunos decían: «Es Juan, que ha resucitado». Otros decían: «Es Elías, que se ha aparecido», y otros: «Es uno de los antiguos profetas que ha resucitado». Pero Herodes decía: «A Juan lo hice decapitar. Entonces, ¿quién es éste del que oigo decir semejantes cosas?» Y trataba de verlo.
Palabra del Señor.
Comentario: Las obras de Jesús despiertan el interés de Herodes por conocerlo. El monarca estaba desconcertado al escuchar de él dispares opiniones, que incluso sacudían su conciencia por haber hecho matar a Juan, el Bautista. No basta con saber quién es Jesús, sino que hay que escucharlo y poner en práctica sus enseñanzas: vivir como él vivía, haciendo el bien.