CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS. Morado o Negro.
Prefacio de difuntos.
Esta conmemoración de todos los fieles difuntos es una costumbre que parte del abad san Odilón, de la localidad de Cluny (Francia) en el 998. En 1748 el papa Benedicto XIV la admitió para toda la Iglesia, con el fin de orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrena y que se encuentran en estado de purificación. El Catecismo de la Iglesia Católica nos recuerda que los que mueren en gracia y amistad de Dios pero no perfectamente purificados, pasan después de su muerte por un proceso de purificación, para obtener la completa hermosura de su alma. San Pablo dice: “La obra de cada uno quedará al descubierto, el día en que pasen por fuego. Las obras que cada cual ha hecho se probarán en el fuego” (1Cor 3, 14). En segundo Macabeos leemos: “Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados” (12, 46). Por ello hoy oramos por nuestros queridos difuntos.
Guía: En la conmemoración de “todos los fieles difuntos”, oramos por nuestros hermanos difuntos para que con Cristo, muerto y resucitado, pasen a la vida inmortal.
Guía: El vidente Juan describe la gloria de la Jerusalén celeste; la guerra, el hambre, el sufrimiento y la muerte han pasado; Dios, que es el Dios de la vida, crea cielos nuevos y una Tierra nueva que manifiestan su presencia entre los hombres.
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó». Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, Yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El vencedor heredará estas cosas, y yo seré su Dios y él será mi hijo.
Palabra de Dios.
SALMO Sal 26, 1. 4. 7. 8 – 9. 13 -14
R. El Señor es mi luz y mi salvación
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su Templo. R.
Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz, apiádate de mí y respóndeme! Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí. R.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.
LECTURA 1Cor 15, 20-23
Guía: La resurrección de Cristo es el fundamento de nuestra fe. Momento para reafirmarla.
Lectura de la primera carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Corinto.
Cristo resucitó de entre los muertos, el primero de todos. Porque la muerte vino al mundo por medio de un hombre, y también por medio de un hombre viene la resurrección. En efecto, así como todos mueren en Adán, así también todos revivirán en Cristo, cada uno según el orden que le corresponde: Cristo, el primero de todos, luego, aquellos que estén unidos a él en el momento de su Venida.
Palabra de Dios.
ALELUIA
Aleluia. ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? Aleluia.
EVANGELIO Lc 24, 1-8
Guía: El mensaje de la resurrección nos llena de alegría, pero también nos compromete a no permanecer en la muerte del pecado. Que también de nosotros pueda decirse: ¡No está aquí; ha resucitado!
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que él les decía cuando aún estaba en Galilea: “Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día”». Y las mujeres recordaron sus palabras.
Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: La ofrenda de los dones hoy debe anticipar la aceptación de la voluntad del Padre en todo lo que nos concierne: en la vida y en la muerte.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Comulgar con Cristo, es comulgar con la voluntad del Padre: ésa es la garantía de una vida llena de obras buenas y de una “pascua” serena en Dios.
DESPEDIDA
Guía: Fuertes con la fe que nos viene de Cristo, vayamos a anunciar a todos que “la última palabra de Dios sobre los hechos humanos no es la muerte, sino la vida; no es la desesperación, sino la esperanza” (Beato Juan Pablo II).