“En este día rezamos por los que hacen daño con sus omisiones, suplicamos a Dios y les suplicamos a ellos: Convierte, Señor, sus corazones, para que entreguen la información que puedan tener. Hermanos que tienen informaciones, les pedimos, por el bien de los familiares que sufren y por el bien de ustedes mismos, que compartan esos datos. De la mejor forma, nosotros, como Iglesia Católica, estamos disponibles para prestar ese servicio de recibir la información y entregarla anónimamente a las autoridades,” fue el llamado que hizo el Cardenal Celestino Aós, en su homilía en el Te Deum Ecuménico 2023, haciendo alusión a los detenidos desaparecidos durante el Gobierno Militar y recordando los 50 años del Golpe de Estado en nuestro país.
El respeto por los Derechos Humanos fue el centro de esta celebración, por lo cuál se inició encendiendo el cirio de los Derechos Humanos, prendido por primera vez en 1978, como signo del valor y dignidad que tienen las personas. Asimismo se presentó el galvano, con el cual la ONU reconoció el rol de la Iglesia Chilena en la defensa de los derechos humanos.
Y cómo es tradición, ininterrumpidamente desde 1811, asistió al Te Deum Ecuménico el Presidente de la República, Gabriel Boric, junto a altas autoridades del Gobierno de Chile entre ellos el presidente del Senado Juan Antonio Coloma, representantes del Poder Judicial, Ministros de Estado y diversas autoridades. Del mismo modo asistieron delegados de otras Iglesias Cristiana, entre ellos Eduardo Cid, obispo de la Iglesia Wesleyana, quien leyó el Salmo y el Arzobispo Ortodoxo del Patriarcado de Antioquía, monseñor Sergio Abad, quien proclamó el Evangelio, además de la presencia del Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Alberto Ortega.
Chile entero representado en la Catedral Metropolitana ¿Para qué? Para dar gracias por nuestra Patria y su gente, pero también para rogar a Dios por la paz y reconciliación de nuestro pueblo. “Debemos convivir como hermanos, los nacidos en esta tierra y los inmigrantes llegados desde otros lados. Traemos historia de desencuentro, de maltrato, de muerte. La hemos recordado en estos días; y nuestro recuerdo quiere ser compromiso de todos de no recurrir a la violencia, que trae destrucción, barbarie, dolor y muerte”, dijo el Arzobispo de Santiago, haciendo alusión al rol que tenía cada uno de los asistentes, para superar las divisiones.
Luego de la liturgia de la Palabra, el llamado por la paz siguió siendo uno de los hilos conductores de esta ceremonia. Agregando en la Oración Universal, una rogativa por los pueblos originarios y las familias migrantes, para que en la actualidad se respeten sus derechos.
Gesto muy valorado por Ana María Cáceres, agente pastoral de la parroquia San Pedro y San Pablo de La Granja : “Es muy significativo el llamado del Arzobispo a entregar información sobre los detenidos desaparecidos, pero también es muy aterrizado pensar en él hoy, en los derechos de las personas que no tienen un trabajo digno, un hogar donde vivir, tenemos que hacer algo y pronto, enfocarnos en los derechos humanos, que ahora se están vulnerando” indicó Ana María, quien también es miembro de la comisión Causa Esteban Gumucio, sacerdote de la Congregación Sagrados Corazones, reconocido por la defensa de los derechos humanos y que hoy está en proceso de beatificación.
En la misma línea la religiosa Ana María Cortés Gallegos, es una convencida que la unidad, es la que nos lleva a la paz: “Todos somos responsable en el pasado, pero también en el hoy debemos luchar por la paz y ciertamente como Iglesia tenemos un rol muy importante, en promover y respetar los derechos de las personas”, indicó la misionera de la congregación Catequistas de San José.
“Valoro mucho el llamado que hace a quienes tengan datos a entregarlos para poder conocer el paradero de los detenidos desaparecidos. Recordemos que en nuestro país hay más de 1.100 personas que no sabemos dónde están; 1.100 familias que están cruzadas por una herida que trasciende generaciones”, Indicó el Presidente Gabriel Boric, frente al mensaje entregado por el Cardenal Celestino Aós en su homilía de este Te Deum 2023.
Asimismo agregó que, “ hoy se reconoció en la misma homilía, el rol importante que jugaron las iglesias en la defensa de los Derechos Humanos“, luego relató que vio una comunidad vinculada al padre Esteban Gumucio y destacó el recuerdo que se hizo sobre el simposio por los Derechos Humanos de 1978, que fue, además, reconocido internacionalmente y fue liderado por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, donde también participaron otros credos religiosos.
Finalmente este acto de acción de gracias por la patria, se selló con el saludo de paz de los asistentes, entre ellos el Cardenal Celestino Aós y el Presidente de la República Gabriel Boric. Además cada una de las autoridades ecuménicas recibió un sirio, que fue encendido desde el “Cirio de los Derechos Humanos”, uno a uno fueron compartiendo esta luz, en señal de ser portadores de la luz de Dios en nuestra patria: es la luz de la verdad, de la fraternidad, de la justicia y de la paz. Acto seguido el Cardenal Celestino Aós impartió la bendición final, para luego todos juntos entonar el Himno Nacional, como signo de nuestro compromiso por construir una sociedad para todos.