La Comisión Nacional Justicia y Paz de la Conferencia Episcopal de Chile, integrada por laicas y laicos, hizo publica una declaración en la que abordan los acontecimientos de las últimas semanas en nuestro país. En el texto, invitan a “discernir sobre la realidad que hoy nos desafía, y a buscar juntos, caminos para superar la crisis social que estamos viviendo, reconociendo las esperanzas y zozobras de nuestra realidad y fortaleciendo el diálogo social”.
Al mismo tiempo, valoraron “el acuerdo alcanzado por diversos partidos políticos en las últimas horas, fruto del proceso participativo que motivó el sentido de urgencia y unidad para llegar a este consenso”. Resaltaron también la apertura de espacios de participación ciudadana, en donde las personas han sido capaces de encontrarse, escucharse y valorarse, dando cuenta y haciéndose cargo de la problemática que dio origen al estallido social que hoy vivimos.
“En este tiempo hemos visto cientos de miles de ciudadanos y ciudadanas manifestándose creativa y pacíficamente a lo largo de Chile, haciendo saber sus urgentes necesidades; la mayoría jóvenes que se convierten en protagonistas de este proceso, comprometidos en la construcción de un mejor país”, dicen en la declaración.
La Comisión Nacional se refirió también a los episodios de violencia, señalando que “es necesario reconocer las sombras, principalmente las graves violaciones a los Derechos Humanos que han sido incluso reconocidas por organismos internacionales; violaciones a la dignidad de la persona, templos vivos mal tratados. Hemos visto una cobertura tendenciosa de los medios de comunicación que ha provocado un excesivo temor en la población; igualmente, violencia intensa de grupos minoritarios, con maltrato a carabineros, daños a bienes patrimoniales, templos, infraestructura pública y privada, y afectación a la vida cotidiana de las personas”.
Los laicos y laicas también piden perdón por las omisiones, silencios y falta de perseverancia en la denuncia de las injusticias y hacen un llamado urgente a la escucha activa, al diálogo y a la reflexión. “Compartimos la necesidad de cuidar y fortalecer la democracia como forma de organización de la sociedad y espacio legítimo para la resolución de los conflictos sociales, confiando a los chilenos y chilenas, incluyendo a los pueblos originarios, la decisión de elegir los caminos para avanzar hacia una nueva constitución, sin exclusiones, garante de derechos, que asegure la dignidad de todas las personas”, señalan.
Finalmente, proponen que la Iglesia abra sus puertas y ventanas para acoger a las personas, incentivar la participación responsable, haciendo suya las preocupaciones de toda la ciudadanía. “Es un tiempo no sólo de acuerdos políticos, también es una oportunidad para que cada una y cada uno de nosotros fortalezca su compromiso ciudadano activo y responsable. Instamos a participar activamente en la construcción de un pacto político, social, territorial y ambiental basado en la dignidad y el cuidado de toda persona, que permita construir una convivencia basada en la Justicia y la Paz”, concluyen.
Puedes leer el texto completo de la declaración ingresando a este enlace.