Jesús aprovecha el contexto del lavatorio de los pies y su discurso de despedida para anunciar un mandamiento nuevo: “el amor mutuo, pero al modo como él ama”. Es decir, un amor servicial, liberador, universal e incondicional y que se constituya en el sello distintivo de los cristianos. Pero ¿cuál es la novedad de este mandamiento? Los paisanos de Jesús, junto con observar los diez mandamientos, debían cumplir otros seiscientos trece preceptos establecidos en la Torah, las tradiciones y las enseñanzas de los escribas; por tanto, no era tarea fácil saber cuál de los mandamientos era el más importante: ¿las disposiciones para el culto, guardar el sábado, realizar una obra de piedad o el nuevo mandato de Jesús?
No obstante, más allá de la discusión entre los maestros judíos acerca del mandamiento más relevante, hay que discernir qué es lo novedoso y sustancioso que plantea el propio Jesús. Desde los tiempos del Antiguo Testamento se heredó la idea de que el amor a Dios consistía en “cumplir” normas, pero ahora no se trata solo de realizar cosas buenas sino de una actitud de vida. Es decir, la novedad de Jesús está en la “donación” y no en la obligación, y por una razón muy simple: “el amor no se puede imponer ni menos exigir”.
El amor es, ante todo, un don y revelación de Jesús a sus discípulos, antes que una orden imperativa. Además, este amor no es nuevo para el contexto, ya que existía el precepto del amor fraterno en el Antiguo Testamento (Lev 19, 17-19). Sin embargo, lo distinto de Jesús está en la “calidad del amor”, porque ya no es cuestión de tratar a los demás como nos gustaría que ellos nos tratasen, sino de amar con las ganas y en la medida que Jesús nos ama. Sabemos que el Señor nos amó primero e incondicionalmente; por tanto, él puede disponernos a amar como él ama y ser instrumentos de ese amor: “En esto todos reconocerán que son mis discípulos: en el amor que se tengan los unos a los otros”.
Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros. Así como yo los he amado (Jn 13, 34).
P. Fredy Peña Tobar, ssp.
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