La comunidad brasileña que reside en La Serena y Coquimbo se reunió el pasado viernes 13 de octubre para celebrar la festividad de Nuestra Señora de Concepción Aparecida, la cual se celebró en Brasil el pasado 12 de este mes.
La celebración en portugués tuvo lugar en la Iglesia “San Francisco” de La Serena a las 19:30 horas y fue presidida por el P. Guillherme Ferreira, quien estuvo acompañado por el P. Bruno Barbosa y el P. Ángel Pizarro Chirino.
La comunidad brasileña participó con gran entusiasmo en esta santa Misa, que les permitió sentirse más cerca de su religiosidad y cultura, incluso estando lejos de su país natal. La devoción a Nuestra Señora de Concepción Aparecida es un lazo que une a la comunidad brasileña en La Serena y Coquimbo.
En este sentido, Bárbara de Jesús, se mostró muy emocionada por participar de esta celebración tan significativa para los brasileños: “Me siento inmensamente feliz por haber sido parte de esta celebración tan especial. Poder celebrar en nuestra lengua natal, el portugués, y compartir este momento con nuestra querida comunidad brasileña en La Serena y Coquimbo, ha sido una experiencia única. Ver las lágrimas de emoción en los rostros de mis hermanos brasileños me conmovió profundamente. Durante un instante, todos nosotros nos sentimos más cerca de nuestra amada casa y nuestras tradiciones. Fue un momento que recordaré para siempre”.
Sandra Lucía Ferreira, religiosa Escolapia, detalló: “Mi corazón se llena de alegría y gratitud al saber que gracias a la intersección ante Dios de Nuestra Señora de Concepción Aparecida, he tenido el honor de vivir esta celebración tan profundamente significativa para todos nosotros, los brasileños. La presencia y la guía de Nuestra Señora de Concepción Aparecida han sido una fuente de consuelo y esperanza en mi vida, y esta celebración es un recordatorio hermoso de su amor y protección. Me siento bendecida de poder compartir este momento con mi comunidad brasileña”.
Por su parte Jenifer Lorraynne, quien desde hace varios años vive en La Serena, expresó su inmensa alegría por ser parte de tan hermosa celebración: “Me sentí como en casa. La Virgen bajo esta advocación es considerada la Madre protectora de los brasileños. Fue increíble vivir la fe, hablar nuestro idioma y compartir experiencias con otros connacionales”.
Luego de la Eucaristía, los asistentes participaron en un encuentro fraterno donde pudieron compartir vivencias y bellos recuerdos de su país natal. La comunidad agradece a los sacerdotes y a todos los presentes por hacer de esta celebración un momento especial y significativo.