El padre José García Monge, s.j., nos invita a llenarnos de coraje y valentía, no admirando la figura de los santos que ponemos en los altares, sino desde nuestras propias vidas. Un alentador llamado de atención, que nos impulsa a dejar atrás el egoísmo, y atrevernos a visibilizar una sociedad nueva. Todo ello a partir de uno de los conceptos más discutidos de los últimos siglos, la libertad.
Una libertad que el autor contrasta desde distintas miradas, y nos permite comprender el sentido profundamente cristiano que ésta palabra tiene. Así manifiesta García Monge, al escribir que, “hacer al hombre posible es hacer a Dios creíble. Reto y tarea cristiana y humana. Para esa libertad nos liberó Dios”. Una cuestión que dice estrecha relación con las decisiones de vida, la actual crisis de sentido, y la necesidad de mantener una mente abierta y un corazón generoso, dispuesto a atender los cambios y advertir las necesidades del hombre.
Es desde la noción de “necesidad”, que el autor aterriza nuestra búsqueda personal muchas veces ligada a caprichos de consumo y egoísmo, para convertirla en un concepto con sentido social y trascedente. De esta forma, plantea que “el auto-concepto que suministra el tener, no sostiene de verdad a la persona. No solamente dificulta el acceso al ser, sino que lo disgrega, lo cosifica”. Una cosificación que parte de la seducción constante del mercado, y que promueve la falta de empatía y escasez de sentido, de ahí que el modelo actual sostenga la búsqueda de lo próximo como aquello más urgente, lo superfluo disfrazado de necesidad.
Este Artículo, nos desafía y motiva a hacer de nosotros mismos personas más comprometidas con la verdadera libertad que poseemos, una que no tiene fronteras para transformar, anclada en un contexto, y distanciada de la muralla llamada “propiedad privada”, barrera que nos llama a vivir en la ficción. Un juego de intereses disfrazados que nos invita a esclarecer el autor a partir de la reflexión ignaciana, tratando de vislumbrar aquello que es de verdad imprescindible, el sentido de una libertad con los pies en la tierra.