Más de mil fieles de las distintas parroquias e instituciones católicas se reunieron para vivir el Inicio de Año Pastoral 2021 con el lema “¿Quién es mi prójimo?” (Lc 10, 29). La jornada fue transmitida simultáneamente por Zoom, YouTube y Facebook y en ella se presentaron los principales lineamientos pastorales de la Iglesia de Santiago para este año.
El padre Carlos Godoy, Vicario Pastoral del Arzobispado de Santiago, explicó que durante 2021 seguirán vigentes las Acentuaciones Pastorales 2019-2020, mientras se va preparando un hito central: la “Jornada Arquidiocesana de Discernimiento Pastoral” del 26 al 28 de agosto próximo, que permitirá renovar las bases de las actuales acentuaciones. “Preferimos esperar un poco más -explica el padre Carlos- y tratar de que el discernimiento de nuevas acentuaciones sea lo más participativo posible y donde verdaderamente podamos caminar juntos”, señaló.
Agregó que “el modelo pastoral piramidal actual está obsoleto. Las bases de los consejos pastorales ya nos están enviando sus aportes para que podamos generar un documento que acoja la realidad de una forma más horizontal. Queremos actualizar o reactualizar las orientaciones pastorales y debemos dejarnos guiar por el Espíritu Santo”, enfatizó.
El vicario también dio a conocer una importante transformación dentro de la Iglesia de Santiago, la conformación de dos nuevas estructuras evangelizadoras. “Se han creado dos vicarías nuevas que vienen a canalizar las acentuaciones que han surgido como prioritarias en este tiempo como es la misericordia y el diálogo con los laicos: Vicaría Laicos, Familia y Vida y Vicaría de la Misericordia”.
Sin perjuicio de que las nuevas acentuaciones pastorales tomarán, explicó que habrá cuatro ejes de acción para este año, que debieran aplicarse concretamente en los distintos niveles de la pastoral. Estos son: 1) Centralidad en Jesucristo y su Evangelio; 2) Sinodalidad; 3) Laicado, con especial preocupación en mujeres y jóvenes y; 4) Acción pastoral para los desafíos de hoy.
Sobre la centralidad en Jesucristo, detalló que se trata de una invitación a la conversión para todos y todas (…) El desafío es que la Palabra sea “cercana y cotidiana a todo el Pueblo de Dios, como inspiración de su día a día y como ayuda para renovar el servicio a los demás”.
Habló también de lo necesario que es “fortalecer el lugar del laicado en la evangelización, en particular, como una expresión significativa social aparece la dignificación de la mujer y las relaciones sanas entre hombres y mujeres”. Dentro de los desafíos de hoy, subrayó que “tanto el estallido social como la crisis sanitaria, han destacado con más fuerza los problemas sociales del país, motivando distintos esfuerzos desde los organismos diocesanos y las comunidades locales”.