El reciente descubrimiento de Grigory Kessel, historiador medievalista de la Academia de Ciencias de Austria, vino a recordarnos la relevancia de la transmisión de los Evangelios en los orígenes del cristianismo.
Mediante el estudio del manuscrito denominado Vat. Iber. 4, con la técnica de la fotografía ultravioleta se hicieron visibles fragmentos de Mateo, escritos en siríaco antiguo. Este manuscrito hace patente una práctica habitual de los copistas del pasado, en tanto, borraban los pergaminos -ante la escases de estos- y volvían a escribir sobre ellos para reutilizarlos. Pues bien, el uso de las tecnologías actuales no solo ha permitido hacer legible las palabras que habían quedado escondidas, sino que han venido a recordarnos cómo ha progresado la fe del cristianismo desde los orígenes hasta nuestros días, lo que lleva a preguntarnos ¿Cómo ha influido la cultura y los contextos en la trasmisión del Evangelio?
Porque ciertamente en la forma redaccional del texto descubierto, hay expresiones diversas al original en griego, el fragmento del capítulo 12 señala que “En aquel tiempo, Jesús pasaba por los campos de trigo en sábado; y sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar espigas y a comer”. Y el texto descubierto en siríaco narra lo siguiente: “comenzaron a recoger espigas, se las frotaban en las manos y se las comían”. Aunque es leve la diferencia que hace la traducción de este dialecto, hacia el final expresa algo distinto, que puede ser interpretado como ciertas prácticas de los cristianos primitivos, comprensiones culturales, formas de narración y ciertas intencionalidades de la misma. En consecuencia, el fragmento proporciona nuevos elementos para el ejercicio de la interpretación bíblica, que vienen a enriquecer el juicio para la inferencia de lo que está escrito.
Ahora bien, el “texto oculto” -como lo ha llamado la prensa nacional e internacional- hace que surja la reflexión en torno a la importancia que daban los primeros cristianos al acercamiento del mensaje del Evangelio a las diferentes comunidades, por lo cual, las traducciones estaban en consonancia con las prácticas y hábitos cotidianos que realizaban. Si bien, mantuvieron la esencia o fondo del mensaje, pareciera ser que de forma “pedagógica” acercaron la narración a las personas, modificando levemente la forma. En efecto, esta práctica aún se desarrolla en la actualidad, cuando se realizan diversas traducciones que, fieles a las antiquísimas versiones, realizan diferentes ediciones bíblicas para variadas lenguas, a fin que los cristianos tengan acceso amplio y cercano a la Palabra de Dios (Dei Verbum 22), además, existen en nuestros días distintos tipos de biblias: las hay de estudio, para jóvenes, para niños, entre otras. A pesar de su diferencia redaccional persiguen un objetivo común: hacer cercano, a todas las personas, la Historia de la Salvación, la vida y mensaje de Jesucristo y su Iglesia.
Por otra parte, este hallazgo viene a desafiar y renovar nuestra comprensión actual de la religión, en tanto, es dinámica, no estática, se desarrolla en comunidad, en medio de un grupo de personas con contextos e historias. Además, se caracteriza por ser reflexiva y crítica, ejemplo de ello es el texto analizado, en el cual podemos observar ciertas “mejoras redaccionales” que viene a hacer un cambio de forma que no implica un cambio de fondo, más bien potencia la Revelación.
En la actualidad, como en todo tiempo, se hace imperante realizar una correcta lectura bíblica, situándonos en los contextos que el autor escribió, para escudriñar en sus intenciones, llegando a descubrir el sentido de lo narrado, esto mediante la visión de conjunto de toda la Escritura.
En conclusión, este descubrimiento viene a sumar a todo lo que conocemos en torno a la escritura bíblica, pudiendo especular que habrá otros tantos hallazgos, como los 74 manuscritos ya descifrados en este proceso. Mientras trabajen de la mano, tecnologías y tradiciones, serán innumerables los beneficios que podremos alcanzar, para efectos de comprender, con datos certeros, los orígenes del cristianismo y la transmisión de la fe.
Gloria Figueroa Vásquez, profesional docente de la Facultad de Ciencias Religiosas y Filosóficas de la Universidad Católica del Maule.