Comenzamos el tiempo de Adviento, época en la que los cristianos nos preparamos para el nacimiento de Jesús, un niño que viene a traer esperanza al mundo y a reavivar en los corazones la llama de la fe.
Para el papa Francisco, el tiempo de Adviento tiene tres dimensiones: pasado, presente y futuro. En su homilía del primer lunes de diciembre, recordó que estamos en un tiempo propicio para purificar el espíritu y hacer crecer la fe.
Por esta razón, hoy queremos recomendarles algunos libros de editorial SAN PABLO, que ayudan a prepararnos a vivir este tiempo de una manera cristiana:
–Adviento, preparamos la Navidad: en este pequeño libro, especial para los niños, encontrarán actividades para preparar los 24 días de reflexión que anteceden a la Navidad. Un lindo aporte para compartir en familia y esperar cada día con alegría, avivando en cada corazón el deseo de recibir al niño Jesús en los corazónes.
–Rosario de Adviento: oraciones preparadas por el P. Gustavo Jamut. Este Rosario de Adviento está pensado para pedirle a la Sagrada Familia que nos conceda las gracias necesarias para crecer en las virtudes teologales y cardinales, en las características del amor, en las obras de misericordia, corporales y espirituales, y también en las principales virtudes humanas.
–La luz del Adviento: textos breves, tomados de algunos de los discursos del Papa, y que ayudan a vivir el tiempo de Adviento de una manera cristiana. Una invitación a tener un corazón abierto y más grande y a dejarnos sorprender por lo que día a día nos ofrece la vida.
–Adviento, preparándonos para vivir la Navidad: este libro cita, de principio a fin, textos bíblicos que fundamentan la razón de nuestra espera en Dios, sustentada desde la reflexión del Magisterio de la Iglesia y lo dispuesto en la liturgia, que nos ayudarán a fortalecer la vida de fe en nuestro camino hacia la Navidad.
–El Adviento, conocer, celebrar y vivir la esperanza cristiana: un libro que sirve para comprender este tiempo no solo como la preparación para el nacimiento de Jesús, sino también como la anticipación de la gracia que la encarnación de Cristo anuncia a la existencia humana: Dios está con nosotros, comparte nuestra historia, camina al lado nuestro y realiza así la salvación de la humanidad.