Santos Timoteo y Tito, o. (MO)
Leccionario Santoral: 2Tim 1, 1-8; (o bien: Tit 1, 1-5); Sal 95, 1-3. 7-8. 10; Lc 10, 1-9.
Semana 3ª durante el año – Semana III del Salterio.
Reseña: Dos discípulos predilectos de san Pablo. Timoteo (respeto por Dios): “Mi hijo amado” (1Cor 4, 7), lo llama aquí y en las dos cartas que le escribiera; hijo de una mujer judía creyente y padre griego (Cfr. 1Tim 1, 5; 4, 14). Pablo quiso que lo acompañara en sus viajes. Tito (defensor) fue secretario de san Pablo, acompanándolo en las andanzas misioneras; confiaba plenamente en él, nombrándolo obispo en la Isla de Creta; le escribió una bella carta, señalándole las cualidades que deben tener los sacerdotes. Defensor contra los errores.
LECTURA 2Sam 6, 11. 12-15. 17-19
Lectura del segundo libro de Samuel.
El Arca del Señor permaneció tres meses en la casa de Obededóm de Gat. Cuando informaron a David: «El Señor ha bendecido a la familia de Obededóm y todos sus bienes a causa del Arca de Dios», David partió e hizo subir el Arca de Dios desde la casa de Obededóm a la ciudad de David, con gran alegría. Los que transportaban el Arca del Señor avanzaron seis pasos, y él sacrificó un buey y un ternero cebado. David, que solo llevaba ceñido un corto manto de lino, iba danzando con todas sus fuerzas delante del Señor. Así, David y toda la casa de Israel subieron el Arca del Señor en medio de aclamaciones y al sonido de trompetas. Luego introdujeron el Arca del Señor y la instalaron en su sitio, en medio de la carpa que David había levantado para ella, y David ofreció holocaustos y sacrificios de comunión delante del Señor. Cuando David terminó de ofrecer el holocausto y los sacrificios de comunión, bendijo al pueblo en nombre del Señor de los ejércitos. Después repartió a todo el pueblo, a toda la multitud de Israel, hombres y mujeres, una hogaza de pan, un pastel de dátiles y uno de pasas de uva por persona. Luego todo el pueblo se fue, cada uno a su casa. Palabra de Dios.
Comentario: El Arca aseguraba la presencia de Dios a los israelitas. David se preocupa de trasladarla a Jerusalén, que desde ahora, será el centro de la unidad política y religiosa. De este modo, todos podrán fijar allí su mirada en quien los guía. ¿Cuál es nuestro lugar privilegiado para encontrarnos con el Señor?
SALMO Sal 23, 7-10
R. El Señor es el Rey de la gloria.
¡Puertas, levanten sus dinteles, levántense, puertas eternas, para que entre el Rey de la gloria! R.
¿Y quién es ese Rey de la gloria? Es el Señor, el fuerte, el poderoso, el Señor poderoso en los combates. R.
¡Puertas, levanten sus dinteles, levántense, puertas eternas, para que entre el Rey de la gloria! R.
¿Y quién es ese Rey de la gloria? El Rey de la gloria es el Señor de los ejércitos. R.
ALELUIA Cfr. Mt 11, 25
Aleluia. Te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque revelaste los misterios del Reino a los pequeños. Aleluia.
EVANGELIO Mc 3, 31-35
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Llegaron la madre y los hermanos de Jesús y, quedándose afuera, lo mandaron llamar. La multitud estaba sentada alrededor de Él, y le dijeron: «Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera». Él les respondió: «¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?». Y dirigiendo su mirada sobre los que estaban sentados alrededor de Él, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos. Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre». Palabra del Señor.
Comentario: El término bíblico “hermanos” designaba en la Biblia también a los tíos, los primos, etcétera. No quiere entonces expresar que Jesús tuviera hermanos; tampoco para creer que Jesús desprecie a su familia, más bien para comprender que la fe crea nuevos lazos de familiaridad, más fuertes aun que los de sangre.