INMACULADA CONCEPCIÓN DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA (S). Blanco.
Gloria. Credo. Prefacio propio. Concluye el Mes de María. Inicio del Año Santo de la Misericordia.
Los caminos de Dios: Todos en subida
Para descender entre nosotros, Dios eligió un camino todo en subida. Con el tiempo se reveló como la mejor manera de llegar hasta nosotros, a nuestra medida.
Comenzando por la anunciación, eligió a una muchacha de la periferia de Palestina: Nazaret, nunca citada antes en la Biblia. Caserío pequeño y pobre, mitad hundido en las rocas, en Galilea, zona de mala fama por sus habitantes siempre en tensión con los judíos. Eran paganos, un poco turbulentos e indisciplinados. En esa cultura creció Jesús. Por esto será mal visto, tanto que dijeron de él: “¿Acaso puede salir algo bueno de Nazaret?”.
Para nosotros el nombre María evoca la ternura. Pero en esos tiempos implicaba lo contrario. María en la Biblia era sinónimo de pecado y castigo de Dios. Así se llamaba la hermana de Moisés, penada con la lepra por su lengua filosa.
A una muchacha de nombre ambiguo, de un pueblo de mala fama, en los confines del mundo y con gente sin religión. Dios le entregó una vocación para romper con el pasado, empezando por el nombre de Jesús que fue impuesto por ella y no por su padre como exigía la tradición.
María de Nazaret de Galilea responde al llamado declarándose la sierva de Dios, no la elegida ni la misionera. Así Dios emprende el camino humano para llegar a Jerusalén y después al mundo entero. El gran camino de Dios se cruza con el pequeño camino de nuestra historia y conflictiva realidad humana.
El ángel Gabriel, que significa Fuerza de Dios, le anuncia las novedades. A María, a quien le parecen imposibles tantas novedades… Y recibe una respuesta que vale también para superar nuestros problemas y crisis: “Nada es imposible para Dios”.
Dios continúa viniendo por caminos todos en subida, rompiendo con nuestros esquemas de bien pensantes, eligiendo no a los mejores, sino a los más dispuestos… A los que siempre se sentirán siervos.
“Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho” (Lc 1, 38).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: En la Solemnidad de la Inmaculada Concepción celebramos la victoria de Dios sobre el mal, sirviéndose de una mujer… Es por ello que Dios la preparó para darnos las razones de nuestra esperanza: al final, el bien triunfará sobre todos los males de este mundo.
1ª LECTURA Gn 3, 9-15. 20
Guía: La Virgen María es la “mujer” destinada por Dios para ser la Madre de Aquel que aplastará la cabeza del Maligno.
Lectura del libro del Génesis.
Después que el hombre y la mujer comieron del árbol que Dios les habría prohibido, el Señor Dios llamó al hombre y le dijo: “¿Dónde estás?”. “Oí tus pasos por el jardín, respondió él, y tuve miedo porque estaba desnudo. Por eso me escondí”. Él replicó: “¿Y quién te dijo que estabas desnudo? ¿Acaso has comido del árbol que Yo te prohibí?”. El hombre respondió: “La mujer que pusiste a mi lado me dio el fruto y yo comí de él”. El Señor Dios dijo a la mujer: “¿Cómo hiciste semejante cosa?”. La mujer respondió: “La serpiente me sedujo y comí”. Y el Señor Dios dijo a la serpiente: “Por haber hecho esto, maldita seas entre todos los animales domésticos y entre todos los animales del campo. Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida. Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Él te aplastará la cabeza y tú le acecharás el talón”. El hombre dio a su mujer el nombre de Eva, por ser ella la madre de todos los vivientes. Palabra de Dios.
SALMO Sal 97, 1-4
R. ¡Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas!
Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
2ª LECTURA Éf 1, 3-6. 11-12
Guía: Dios Padre, en la persona de Jesús, nos ha bendecido, elegido y predestinado a ser sus hijos, santos e irreprensibles en el amor.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.
Bendito sea Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en Cristo con toda clase de bienes espirituales en el cielo, y nos ha elegido en Él, antes de la creación del mundo, para que fuéramos santos e irreprochables en su presencia, por el amor. Él nos predestinó a ser sus hijos adoptivos por medio de Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, que nos dio en su Hijo muy querido. En Él, nosotros, los que hemos puesto nuestra esperanza en Él, hemos sido constituidos herederos, y destinados de antemano para ser alabanza de su gloria, según el previo designio del que realiza todas las cosas conforme a su voluntad. Palabra de Dios.
ALELUIA Cfr. Lc 1, 28
Aleluia. Alégrate, María, llena de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres. Aleluia.
EVANGELIO Lc 1, 26-38
Guía: El relato de Lucas nos muestra a María, atenta a la voz de Dios y dispuesta a su pleno cumplimiento, respondiendo: “yo soy la servidora del Señor”.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. El Ángel entró en su casa y la saludó, diciendo: «¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo». Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo. Pero el Ángel le dijo: «No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús; Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre; reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». María dijo al Ángel: «¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?». El Ángel le respondió: «El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios. También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios». María dijo entonces: «Yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu Palabra». Y el Ángel se alejó. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Con María, ofrecemos el pan y el vino para que el Señor nos los devuelva como Alimento eucarístico, que nos refuerza en el combate contra el mal que está en nuestro interior y de aquel que también nos amenaza desde afuera.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión con Cristo nos previene del pecado. María Inmaculada, la Madre de Jesús y Madre nuestra, nos acompañe a tener una vida de escucha y servicio como la suya.
DESPEDIDA
Guía: Luego de haber celebrado la Concepción Inmaculada de la Virgen María, nos despedimos dispuestos a imitarla en su amor y servicio al Plan de Dios que la hizo Madre del Hijo de Dios.