CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS. Morado o Negro.
Prefacio de difuntos.
Reseña: La Conmemoración de todos los fieles difuntos fue oficializada, para la liturgia de toda la Iglesia, por el papa Benedicto XIV en el año 1748, con el fin de rezar por cuántos aún pueden estar esperando el perdón total de sus pecados y ayudarlos a obtener la total hermosura de su alma. San Pablo escribía: “¿No saben que ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él. Porque el templo de Dios es sagrado, y ustedes son ese templo” (1Cor 3, 16).
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: En la conmemoración de “todos los fieles difuntos”, rezamos por nuestros familiares que ya han partido de este mundo, y que por la gracia de Jesucristo, muerto y resucitado, gocen eternamente en el Reino de Dios.
1ª LECTURA Apoc 21, 1-7
Guía: Juan describe la gloria de la Jerusalén celestial, donde ya no hay más guerras, sufrimientos y muerte. El Dios de la Vida, al final de los tiempos, nos espera en un Cielo y en una Tierra nueva, muy superior a la realidad de este mundo.
Lectura del libro del Apocalipsis.
Yo, Juan, vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra desaparecieron, y el mar ya no existe más. Vi la Ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo y venía de Dios, embellecida como una novia preparada para recibir a su esposo. Y oí una voz potente que decía desde el trono: «Esta es la morada de Dios entre los hombres: él habitará con ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él secará todas sus lágrimas, y no habrá más muerte, ni pena, ni queja, ni dolor, porque todo lo de antes pasó». Y el que estaba sentado en el trono dijo: «Yo hago nuevas todas las cosas. Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. Al que tiene sed, Yo le daré de beber gratuitamente de la fuente del agua de la vida. El vencedor heredará estas cosas, y Yo seré su Dios y él será mi hijo. Palabra de Dios.
SALMO Sal 26, 1. 4. 7. 8 – 9. 13 -14
R. El Señor es mi luz y mi salvación.
El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida, ¿ante quién temblaré? R.
Una sola cosa he pedido al Señor, y esto es lo que quiero: vivir en la Casa del Señor todos los días de mi vida, para gozar de la dulzura del Señor y contemplar su Templo. R.
¡Escucha, Señor, yo te invoco en alta voz, apiádate de mí y respóndeme! Yo busco tu rostro, Señor, no lo apartes de mí. R.
Yo creo que contemplaré la bondad del Señor en la tierra de los vivientes. Espera en el Señor y sé fuerte; ten valor y espera en el Señor. R.
ALELUIA Lc 24, 5
Aleluia. ¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? Aleluia.
EVANGELIO Lc 24, 1-8
Guía: Encontrase con la realidad de la resurrección, transforma el temor de la mujeres en mucha alegría, pero quedan desde aquí comprometidas a guardar esta experiencia en su interior para comunicarla a todo el mundo.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Lucas.
El primer día de la semana, al amanecer, las mujeres fueron al sepulcro con los perfumes que habían preparado. Ellas encontraron removida la piedra del sepulcro y entraron, pero no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Mientras estaban desconcertadas a causa de esto, se les aparecieron dos hombres con vestiduras deslumbrantes. Como las mujeres, llenas de temor, no se atrevían a levantar la vista del suelo, ellos les preguntaron: «¿Por qué buscan entre los muertos al que está vivo? No está aquí, ha resucitado. Recuerden lo que Él les decía cuando aún estaba en Galilea: “Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de los pecadores, que sea crucificado y que resucite al tercer día”». Y las mujeres recordaron sus palabras. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: La ofrenda del pan y del vino simboliza nuestra aceptación de la Voluntad del Padre, en la presente vida y en el momento supremo de nuestra partida de este mundo.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Al comulgar con Cristo Eucaristía, anticipamos nuestro encuentro definitivo con el Padre, cuando vivamos por siempre en y con Dios.
DESPEDIDA
Guía: Partimos a nuestra vida cotidiana más fuertes por la fe que nos viene de Jesucristo. Vayamos a anunciar a todos aquello que proclamaba san Juan Pablo II: “la última palabra de Dios sobre los hechos humanos no es la muerte, sino la vida; no es la desesperación, sino la esperanza”.