27° durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año. Inicio del Sínodo de la Familia.
La escuela del amor
La gente sigue a Jesús porque escucha palabras que llegan al corazón y dice la verdad. Esto es peligroso porque, si lo escuchan y lo siguen, se alejan de la Ley. Los fariseos deciden pararlo inmediatamente. Un hombre que anuncia la verdad es, y será siempre, muy peligroso.
Todo hombre libre es peligroso, porque obedece solo a Dios y no tiene miedo: Dios le da valores que los hombres desconocen.
La trampa tendida con una pregunta: “¿Es lícito a un hombre divorciase de su mujer?”, es perfecta. Si responde que sí, como piensa todo el mundo, niega lo que enseña. Si dice que no, la gente se alejará de él porque contradice la Ley y el sentir común del pueblo.
No preguntan si divorciarse es bueno o malo, ni si es lícito a las mujeres. Solo el hombre puede divorciarse y poner a su mujer en peligro de ser condenada y lapidada.
Era la mentalidad de entonces. Un poco como hoy nuestra cultura acepta el soborno y el tráfico de influencias, o la prostitución pagada y consentida, como parte de las relaciones humanas, y tampoco son según el corazón de Dios. Algo puede ser aceptado por la mayoría e incluso por la ley, y no por eso es justo según el amor humano y el corazón de Dios.
Los fariseos recuerdan lo que ha enseñado el Bautista condenando a Herodes por su adulterio. Saben que Jesús enseña lo mismo.
Jesús dice que el divorcio no es según la voluntad de Dios y el corazón del hombre. Pero, a veces, preferimos un corazón duro y salvar nuestros intereses y costumbres.
“El hombre y la mujer serán una sola carne”, no tiene un significado erótico o sentimental, sino divino. Significa una única persona, como cuando Jesús dice: “Coman, esta es mi carne”. Si marido y mujer llegan a ser una sola carne, como es el plan de Dios, salvan sus vidas y dan testimonio del amor de Dios.
“Que el hombre no separe lo que Dios ha unido” (Mc 10, 9).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Nos disponemos a participar de la eucaristía, en el día en que comenzamos la Semana de la Familia y el Sínodo de los obispos sobre la Familia. Jesús, en el evangelio, motivará a los esposos a ser fieles al proyecto de amor que Dios tenía sobre ellos al haberse conocido.
1ª LECTURA Gn 2, 4. 7. 18-24
Guía: En el primer libro de la Biblia, nos encontramos con el relato de la creación del varón y de la mujer: Dios los creó por y para el amor, en la diversidad y complementariedad entre ambos.
Lectura del libro del Génesis.
Cuando el Señor Dios hizo el cielo y la tierra, modeló al hombre con arcilla del suelo, y dijo: «No conviene que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada». Entonces el Señor Dios modeló con arcilla del suelo a todos los animales del campo y a todos los pájaros del cielo, y los presentó al hombre para ver qué nombre les pondría. Porque cada ser viviente debía tener el nombre que le pusiera el hombre. El hombre puso un nombre a todos los animales domésticos, a todas las aves del cielo y a todos los animales del campo; pero entre ellos no encontró la ayuda adecuada. Entonces el Señor Dios hizo caer sobre el hombre un profundo sueño, y cuando este se durmió, tomó una de sus costillas y cerró con carne el lugar vacío. Luego, con la costilla que había sacado del hombre, el Señor Dios formó una mujer y se la presentó al hombre. El hombre exclamó: «¡Esta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Se llamará Mujer, porque ha sido sacada del hombre». Por eso el hombre deja a su padre y a su madre y se une a su mujer, y los dos llegan a ser una sola carne. Palabra de Dios.
SALMO Sal 127, 1-6
R. Que el Señor nos bendiga todos los días de nuestra vida.
¡Feliz el que teme al Señor y sigue sus caminos! Comerás del fruto de tu trabajo, serás feliz y todo te irá bien. R.
Tu esposa será como una vid fecunda en el seno de tu hogar; tus hijos, como retoños de olivo alrededor de tu mesa. R.
¡Así será bendecido el hombre que teme al Señor! ¡Que el Señor te bendiga desde Sión todos los días de tu vida: que contemples la paz de Jerusalén! R.
¡Y veas a los hijos de tus hijos! ¡Paz a Israel! R.
2ª LECTURA Heb 2, 9-11
Guía: La carta a los Hebreos nos muestra a Jesucristo, modelo de nuestro camino a recorrer como personas llamadas por Dios a la felicidad.
Lectura de la carta a los Hebreos.
Hermanos: A Aquél que fue puesto por poco tiempo debajo de los ángeles, a Jesús, ahora lo vemos coronado de gloria y esplendor, a causa de la muerte que padeció. Así, por la gracia de Dios, Él experimentó la muerte en favor de todos. Convenía, en efecto, que Aquél por quien y para quien existen todas las cosas, a fin de llevar a la gloria a un gran número de hijos, perfeccionara, por medio del sufrimiento, al jefe que los conduciría a la salvación. Porque el que santifica y los que son santificados, tienen todos un mismo origen. Por eso, Él no se avergüenza de llamarlos hermanos. Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 14, 12
Aleluia. Si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y el amor de Dios ha llegado a su plenitud en nosotros. Aleluia.
EVANGELIO Mc 10, 2-16
Guía: Jesús nos dice que el divorcio no condice con la Voluntad de Dios, ni con los mejores deseos de las personas. Con todo, a veces, algunas personas prefieren un corazón duro para salvar sus intereses y costumbres.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Marcos.
Se acercaron a Jesús algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: «¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?» Él les respondió: «¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?» Ellos dijeron: «Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella». Entonces Jesús les respondió: «Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio de la creación, “Dios los hizo varón y mujer”. “Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne”. De manera que ya no son dos, “sino una sola carne”. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido». Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto. Él les dijo: «El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquélla; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio». Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él». Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: El pan y el vino que ofrecemos, fruto de muchos granos y de la fatiga humana, al presentarlos son un signo de nuestro amor por nuestra familia y por todas las familias.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Unidos a Cristo, meditamos con san Pablo: “Uno solo es el pan, y nosotros, aun siendo muchos, somos un solo cuerpo, porque todos compartimos un único pan y un único cáliz” (1Cor 10, 17).
DESPEDIDA
Guía: Vayamos a testimoniar todos a todos: Dios existe y es el Padre creador de la familia humana y de todo el universo… Comprometámonos, durante esta semana de la familia, a realizar algo positivo por nuestra propia familia.