21º durante el año. Verde.
Gloria. Credo. Prefacio dominical durante el año.
Lenguaje duro, absurdo, inaceptable
Hoy leemos, en el evangelio, el final del largo discurso de Jesús sobre el pan de vida. Frente a su enseñanza, los judíos primero y sus discípulos después lo rechazan incrédulos. Así queda claro que estas personas no han renacido del Espíritu Santo, por eso, no pueden creer. El lenguaje de Jesús para ellos es duro, absurdo e inaceptable.
Frente al escándalo de los discípulos que no creen, Jesús habla de cómo terminará su existencia terrena, que será para ellos motivo de un escándalo mayor: con su naturaleza humana subirá al cielo. Al escándalo de la cruz, al milagro de la resurrección, seguirá el escándalo de su ascensión, un hombre que sube hasta Dios en el cielo.
Los discípulos permanecen en la incredulidad, porque no permiten que el Espíritu Santo cambie sus creencias y continúan siendo dominados por las razones humanas y sus instintos. No pueden concebir el sublime misterio de la revelación del Hijo de Dios. La naturaleza humana es incapaz de trascender sus propios límites para recibir las palabras de Jesús que son espíritu y vida. Solo la fe nos capacita para recibir la revelación de Cristo y aceptar su Cuerpo y su Sangre en la eucaristía. Solo el Espíritu Santo puede elevarnos al nivel divino de las palabras de Jesús.
Jesús constata con tristeza que muchos de sus discípulos se alejan y explica que la adhesión a su persona es un don de Dios, que el hombre puede recibir o rechazar.
Ante la defección de tantos discípulos, Jesús pone a prueba también a los Doce: “¿quieren irse también ustedes?”. Así los invita a renovar su opción: aceptarlo o abandonarlo.
Pedro responde a esa provocación profesando su fe. Lo reconoce como al Señor que tiene palabras de Vida eterna. Lo que para otros es un discurso duro, absurdo e inaceptable, para Pedro, son palabras que le llenan la vida.
¿También ustedes quieren irse? (Jn 6, 67).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: ¡Sean todos bienvenidos! Nos encontraremos hoy con el final del largo discurso de Jesús sobre el pan de vida. Frente a esta enseñanza, tanto judíos como discípulos, lo rechazan porque no han renacido del Espíritu Santo. Nos disponemos a escuchar su Palabra y a creer en él.
1ª LECTURA Jos 24, 1-2. 15-18
Guía: Conquistada la tierra prometida, Josué invita a los israelitas a elegir a quienes quieren servir.
Lectura del libro de Josué.
Josué reunió en Siquém a todas las tribus de Israel, y convocó a los ancianos de Israel, a sus jefes, a sus jueces y a sus escribas, y ellos se presentaron delante del Señor. Entonces Josué dijo a todo el pueblo: «Si no están dispuestos a servir al Señor, elijan hoy a quién quieren servir: si a los dioses a quienes sirvieron sus antepasados al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos, en cuyo país ustedes ahora habitan. Yo y mi familia serviremos al Señor». El pueblo respondió: «Lejos de nosotros abandonar al Señor para servir a otros dioses. Porque el Señor, nuestro Dios, es el que nos hizo salir de Egipto, de ese lugar de esclavitud, a nosotros y a nuestros padres, y el que realizó ante nuestros ojos aquellos grandes prodigios. Él nos protegió en todo el camino que recorrimos y en todos los pueblos por donde pasamos. Por eso, también nosotros serviremos al Señor, ya que él es nuestro Dios». Palabra de Dios.
SALMO Sal 33, 2-3. 16-23
R. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor!
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se alegren. R.
Los ojos del Señor miran al justo y sus oídos escuchan su clamor; pero el Señor rechaza a los que hacen el mal para borrar su recuerdo de la tierra. R.
Cuando ellos claman, el Señor los escucha y los libra de todas sus angustias. El Señor está cerca del que sufre y salva a los que están abatidos. R.
El justo padece muchos males, pero el Señor lo libra de ellos. Él cuida todos sus huesos, no se quebrará ni uno solo. R.
La maldad hará morir al malvado, y los que odian al justo serán castigados; pero el Señor rescata a sus servidores, y los que se refugian en Él no serán castigados. R.
2ª LECTURA Éf 5, 21-33
Guía: Pablo exhorta a los esposos cristianos a amarse el uno al otro, viviendo en la armonía conyugal. El modelo de este amor es el amor fiel y eterno que Cristo tiene por su Iglesia.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Éfeso.
Hermanos: Sométanse los unos a los otros, por consideración a Cristo. Las mujeres a su propio marido como al Señor, porque el varón es la cabeza de la mujer, como Cristo es la Cabeza y el Salvador de la Iglesia, que es su Cuerpo. Así como la Iglesia está sometida a Cristo, de la misma manera las mujeres deben respetar en todo a su marido. Los maridos amen a su esposa, como Cristo amó a la Iglesia y se entregó por ella para santificarla. Él la purificó con el bautismo del agua y la palabra, porque quiso para sí una Iglesia resplandeciente, sin mancha ni arruga y sin ningún defecto, sino santa e inmaculada. Del mismo modo, los maridos deben amar a su mujer como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo. Nadie menosprecia a su propio cuerpo, sino que lo alimenta y lo cuida. Así hace Cristo por la Iglesia, por nosotros, que somos los miembros de su Cuerpo. “Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre para unirse a su mujer, y los dos serán una sola carne”. Éste es un gran misterio: y yo digo que se refiere a Cristo y a la Iglesia. En cuanto a ustedes, cada uno debe amar a su propia mujer como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido. Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 6, 63. 68
Aleluia. Tus palabras, Señor, son Espíritu y Vida; Tú tienes palabras de Vida eterna. Aleluia.
EVANGELIO Jn 6, 60-69
Guía: Por tercer domingo consecutivo vamos escuchando el discurso de Jesús sobre el pan de la vida. Los discípulos no comprenden su lenguaje mientras que, en cambio, Pedro sale a proclamar su fe en él.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Después de escuchar la enseñanza de Jesús, muchos de sus discípulos decían: «¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?» Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen». En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede». Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de Él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?» Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios». Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Rogamos para que la ofrenda del pan y del vino nos regale la unidad y la paz en nuestra vida.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: La comunión con Jesús nos compromete a cumplir fielmente la Voluntad de Dios, en favor de nuestros hermanos.
DESPEDIDA
Guía: En medio de un mundo cambiante y sin misericordia, vamos a llevar a quien nos enseñó y se nos ha dado como razón del perdón y el amor.