Santa Teresa de Jesús de los Andes, v. (F). Blanco.
Gloria. Prefacio propio.
Semana 15ª durante el año – Semana III del Salterio.
Reseña
Nace en Santiago el 13 de julio de 1900. Estudió en el colegio Sagrado Corazón, destacándose como alumna y compañera ejemplar. A los 14 años sintió el llamado al Carmelo. Se esmeró en labrar la felicidad de los demás, sobre todo por amor a nuestro Señor con alegría, sencillez y generosidad, buscando siempre su Voluntad. A los 15 años hizo voto de castidad y prometió vivir solo para él. Colaboró activamente en las misiones, catequizando a los niños a través del apostolado y de la oración. Su carisma fue manifestar la alegría inmensa que significa conocer y amar a Dios, incluso ofreciendo su vida por esta causa. En mayo de 1919 ingresó al Monasterio del Espíritu Santo de los Andes. Tras una corta y penosa enfermedad que sobrellevó con heroísmo, murió el 12 de abril de 1920. Beatificada por san Juan Pablo II, en Santiago el 3 de abril de1987, y canonizada en Roma el 21 de marzo de 1993.
LECTURA Os 2, 14-20
Lectura de la profecía de Oseas.
Así habla el Señor: Devastaré su viña y su higuera, de las que ella decía: “Este es el salario que me dieron mis amantes”. Las convertiré en una selva y las devorarán los animales del campo. Le pediré cuenta por los días de los Baales, a los que ella quemaba incienso, cuando se adornaba con su anillo y su collar e iba detrás de sus amantes, olvidándose de mí –oráculo del Señor–. Por eso, yo la seduciré, la llevaré al desierto y le hablaré a su corazón. Desde allí, le daré sus viñedos y haré del valle de Acor una puerta de esperanza. Allí, ella responderá como en los días de su juventud, como el día en que subía del país de Egipto. Aquel día –oráculo del Señor– tú me llamarás: “Mi Esposo” y ya no me llamarás: “Mi Baal”. Le apartaré de la boca los nombres de los Baales, y nunca más serán mencionados por su nombre. Yo estableceré para ellos, en aquel día, una alianza con los animales del campo, con las aves del cielo y los reptiles de la tierra; extirparé del país el arco, la espada y la guerra, y haré que descansen seguros. Palabra de Dios.
Comentario: El profeta Oseas compara, el matrimonio, con la relación de amor que Dios desea establecer con la Humanidad. ¡Qué distinta es esta visión de aquellos que lo ven como a un Dios abuelo o a un juez castigador!
O bien: Flp 4, 4-9
SALMO Sal 33, 2-9
R. ¡Bendeciré al Señor en todo tiempo!
Bendeciré al Señor en todo tiempo, su alabanza estará siempre en mis labios. Mi alma se gloría en el Señor: que lo oigan los humildes y se alegren. R.
Glorifiquen conmigo al Señor, alabemos su Nombre todos juntos. Busqué al Señor: Él me respondió y me libró de todos mis temores. R.
Miren hacia Él y quedarán resplandecientes, y sus rostros no se avergonzarán. Este pobre hombre invocó al Señor: Él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R.
El Ángel del Señor acampa en torno de sus fieles, y los libra. ¡Gusten y vean qué bueno es el Señor! ¡Felices los que en Él se refugian! R.
Teman al Señor, todos sus santos, porque nada faltará a los que lo temen. Los ricos se empobrecen y sufren hambre, pero los que buscan al Señor no carecen de nada. R.
ALELUIA Cfr. Mt 5, 3
Aleluia. Felices los que tienen alma de pobres, porque a ellos les pertenece el Reino de los Cielos. Aleluia.
EVANGELIO Mt 18, 1-4
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Los discípulos se le acercaron a Jesús para preguntarle: «¿Quién es el más grande en el Reino de los Cielos?». Jesús llamó a un niño, lo puso en medio de ellos y dijo: «Les aseguro que si ustedes no cambian o no se hacen como niños, no entrarán en el Reino de los Cielos. Por lo tanto, el que se haga pequeño como este niño, será el más grande en el Reino de los Cielos. Palabra del Señor.
Comentario: A los ojos de Dios la grandeza es muy diversa a la que buscan los ambiciosos del poder en este mundo. Los discípulos la buscaban erradamente. Jesús nos invita a perder nuestras seguridades y a transitar el camino de la humildad y de la pobreza de un niño.