6º de Pascua. Blanco.
Gloria. Credo. Prefacio de Pascua. Día de la madre.
Amar como Dios ama
El evangelio de hoy nos recuerda las declaraciones de amor de Jesús a sus Apóstoles. Les declaró que los amaba tanto como el Padre lo ama a él. Además, les enseñó el mandamiento de amarse los unos a los otros, como él los ama. “No hay amor más grande que dar la vida por los amigos”, que eran ellos, sus elegidos por amor.
No suena bien a nuestros oídos que tenemos que amar por obligación… tampoco siempre estamos de acuerdo con cumplir los mandamientos por obligación. Sin embargo, las palabras de Jesús son muy explícitas sobre este tema. Nuestra idea de libertad choca con estos preceptos.
Cuando escuchamos este evangelio, no tenemos que imaginar una lección teórica, una clase de catecismo, o el sermón de un cura. Jesús emitió estas declaraciones en un momento muy solemne: en la intimidad de la Última Cena.
Estaba celebrando la Pascua con sus discípulos, cuando les lavó los pies a todos. Entre la sorpresa y la admiración por el gesto y las palabras, y no entendiendo bien qué estaba haciendo con ellos, terminaron de cenar.
Pocas horas más tarde, los Apóstoles comprobaron que Jesús, realmente, dio la vida por ellos, y que, a pesar de que ellos lo abandonaron y escaparon, los siguió amando.
Él les había concedido el mandamiento del perdón entre los hermanos, y de verdad los perdonó. En esa cena, Jesús inició el memorial para quedarse siempre con sus Apóstoles. Por eso, su presencia llega hasta nosotros en la eucaristía.
Al meditar este evangelio y contemplando que se desarrolló durante la Última Cena, debemos comprender que, cuando en el evangelio se habla de amor y de caridad, no se trata de un sentimiento.
Dios nos amó de verdad y con obras. Ese es el amor que nos tenemos que dar los unos a los otros.
“Lo que yo les mando es que se amen los unos a los otros” (Jn 14, 23).
P. Aderico Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: ¡Sean bienvenidos! En este sexto domingo de Pascua, Jesús nos invita a aprender su camino de amor enseñado con sus palabras y su propia vida.
LECTURA Hech 10, 25-26. 34-36. 43-48
Guía: Mientras Pedro testimonia que él es un pobre instrumento en las manos de Dios, el Espíritu Santo desciende sobre todos para que comprendan que Dios no hace acepción de personas y que quiere salvar a todos.
Lectura de los Hechos de los Apóstoles.
Cuando Pedro entró a la casa del centurión Cornelio, éste fue a su encuentro y se postró a sus pies. Pero Pedro lo hizo levantar, diciéndole: «Levántate, porque yo no soy más que un hombre». Después Pedro agregó: «Verdaderamente, comprendo que Dios no hace acepción de personas, y que en cualquier nación, todo el que lo teme y practica la justicia es agradable a Él. Él envió su Palabra al pueblo de Israel, anunciándoles la Buena Noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos. Todos los profetas dan testimonio de Él, declarando que los que creen en Él reciben el perdón de los pecados, en virtud de su Nombre». Mientras Pedro estaba hablando, el Espíritu Santo descendió sobre todos los que escuchaban la Palabra. Los fieles de origen judío que habían venido con Pedro quedaron maravillados al ver que el Espíritu Santo era derramado también sobre los paganos. En efecto, los oían hablar diversas lenguas y proclamar la grandeza de Dios. Pedro dijo: «¿Acaso se puede negar el agua del bautismo a los que recibieron el Espíritu Santo como nosotros?» Y ordenó que fueran bautizados en el nombre del Señor Jesucristo. Entonces le rogaron que se quedara con ellos algunos días. Palabra de Dios.
SALMO Sal 97, 1-4
R. El Señor reveló su victoria a las naciones.
Canten al Señor un canto nuevo, porque Él hizo maravillas: su mano derecha y su santo brazo le obtuvieron la victoria. R.
El Señor manifestó su victoria, reveló su justicia a los ojos de las naciones: se acordó de su amor y su fidelidad en favor del pueblo de Israel. R.
Los confines de la tierra han contemplado el triunfo de nuestro Dios. Aclame al Señor toda la tierra, prorrumpan en cantos jubilosos. R.
2ª LECTURA 1Jn 4, 7-10
Guía: San Juan, que había conocido el amor de Dios, nos testimonia: Dios es amor. Es ésta la verdad primera de nuestra fe.
Lectura de la primera carta de san Juan.
Queridos míos, amémonos los unos a los otros, porque el amor procede de Dios, y el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. Así Dios nos manifestó su amor: envió a su Hijo único al mundo, para que tuviéramos Vida por medio de Él. Y este amor no consiste en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero, y envió a su Hijo como víctima propiciatoria por nuestros pecados. Palabra de Dios.
ALELUIA Jn 14, 23
Aleluia. «El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará e iremos a él», dice el Señor. Aleluia.
EVANGELIO Jn 15, 9-17
Guía: Escuchamos la proclamación del mandamiento nuevo del amor dejado por Jesús a todos los que lo seguimos como discípulos misioneros.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Juan.
Durante la Última Cena, Jesús dijo a sus discípulos: Como el Padre me amó, también Yo los he amado a ustedes. Permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como Yo cumplí los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho esto para que mi gozo sea el de ustedes, y ese gozo sea perfecto. Éste es mi mandamiento: Ámense los unos a los otros, como Yo los he amado. No hay amor más grande que dar la vida por los amigos. Ustedes son mis amigos si hacen lo que Yo les mando. Ya no los llamo servidores, porque el servidor ignora lo que hace su señor; Yo los llamo amigos, porque les he dado a conocer todo lo que oí de mi Padre. No son ustedes los que me eligieron a mí, sino Yo el que los elegí a ustedes, y los destiné para que vayan y den fruto, y ese fruto sea duradero. Así todo lo que pidan al Padre en mi Nombre, Él se lo concederá. Lo que Yo les mando es que se amen los unos a los otros. Palabra del Señor.
PRESENTACIÓN DE LAS OFRENDAS
Guía: Junto al pan y al vino presentamos nuestros deseos de amar y ser testimonio gozoso de la fe que profesamos desde nuestro bautismo.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Al recibir la comunión nos alimentamos con el Señor que nos ama y nos invita a continuar la obra de su Hijo.
DESPEDIDA
Guía: Volvemos a nuestra realidad… decididos de poder cambiar el odio por el amor, la mentira por la verdad, el egoísmo por el servicio… El Señor nos ha cambiado estos parámetros y sabemos que vale la pena seguirlo.