San José, esposo de la Virgen María (S). Blanco.
Gloria. Credo. Prefacio propio.
Protector del Hijo de Dios y Patrono de la Iglesia
San José fue el padre adoptivo de Jesús y el esposo virginal de la Virgen María. Como se ve en el evangelio, Jesús fue engendrado en la Virgen María por obra del Espíritu Santo y, por ello, es Hijo de Dios. José lo adoptó amorosamente como hijo aceptando su rol paterno, escuchando el llamado de Dios, por medio del Ángel del Señor.
En José se cumple cuanto Pablo escribe a los romanos: “La herencia se obtiene por medio de la fe”. La primera lectura, refiriéndose al nacimiento de Salomón, Natán profetiza que el Salvador nacerá de la estirpe de David, de la cual proviene José. Con María, José cuidará a Jesús de todos los peligros, como cuando tienen que huir a Egipto, porque Herodes lo buscaba para matarlo.
Es significativo que el papa Francisco inaugurara su pontificado justamente el 19 de marzo de 2013, festividad de san José, y que pocos días después consagrara el Estado de la Ciudad del Vaticano a san José conjuntamente con san Miguel Arcángel. Además, su escudo episcopal cuenta con la flor de nardo expresando su devoción a san José y que hiciera agregar su nombre en las plegarias eucarísticas (II, III y IV). El papa Pío IX, el 8 de diciembre de 1870, lo había proclamado Patrono Universal de la Iglesia.
En este tiempo del Sínodo de la Familia, invitamos a los esposos para encomendar su amor conyugal y de padres al cuidado de san José. Y a todos, de seguir a san José en la escucha de Dios y en la respuesta fiel a los compromisos asumidos.
Dios los bendiga,
P. Martín Dolzani, ssp.
MOTIVACIÓN DE ENTRADA
Guía: Hoy celebramos a san José, esposo de la Virgen María. Por su intercesión pidamos por todos los padres a los que Dios les ha concedido estar al frente de una familia, para que sean fieles y diligentes.
1ª LECTURA 2Sam 7, 4-5. 12-14. 16
Guía: El Señor anuncia que surgirá uno de la descendencia de David que afianzará para siempre su trono real. San José aporta a esa descendencia, siendo el padre adoptivo de Cristo, Rey del Universo.
Lectura del segundo libro de Samuel.
La palabra del Señor llegó al profeta Natán en estos términos: “Ve a decirle a mi servidor David: Así habla el Señor: ‘Cuando hayas llegado al término de tus días y vayas a descansar con tus padres, Yo elevaré después de ti a uno de tus descendientes, a uno que saldrá de tus entrañas, y afianzaré su realeza. Él edificará una casa para mi Nombre, y Yo afianzaré para siempre su trono real. Seré un padre para él, y él será para mí un hijo. Tu casa y tu reino durarán eternamente delante de mí, y tu trono será estable para siempre’”. Palabra de Dios.
SALMO Sal 88, 2-3. 4-5. 27. 29
R. Su descendencia permanecerá para siempre.
Cantaré eternamente el amor del Señor, proclamaré tu fidelidad por todas las generaciones. Porque Tú has dicho: “Mi amor se mantendrá eternamente, mi fidelidad está afianzada en el cielo”. R.
Yo sellé una alianza con mi elegido, hice este juramento a David, mi servidor: “Estableceré tu descendencia para siempre, mantendré tu trono por todas las generaciones”. R.
Él me dirá: “Tú eres mi padre, mi Dios, mi Roca salvadora”. Le aseguraré mi amor eternamente, y mi Alianza será estable para él. R.
2ª LECTURA Rom 4, 13. 16-18. 22
Guía: Pablo tiene plena certeza que la salvación es obra de la fe, don gratuito que exige una respuesta libre a la voluntad del Padre.
Lectura de la carta del Apóstol san Pablo a los cristianos de Roma.
Hermanos: La promesa de recibir el mundo en herencia, hecha a Abraham y a su posteridad, no le fue concedida en virtud de la Ley, sino por la justicia que procede de la fe. Por eso, la herencia se obtiene por medio de la fe, a fin de que esa herencia sea gratuita y la promesa quede asegurada para todos los descendientes de Abraham, no sólo los que lo son por la Ley, sino también los que lo son por la fe. Porque él es nuestro padre común, como dice la Escritura: “Te he constituido padre de muchas naciones”. Abraham es nuestro padre a los ojos de Aquél en quien creyó: el Dios que da la vida a los muertos y llama a la existencia a las cosas que no existen. Esperando contra toda esperanza, Abraham creyó y llegó a ser padre de muchas naciones, como se le había anunciado: “Así será tu descendencia”. Por eso, la fe le fue tenida en cuenta para su justificación. Palabra de Dios.
VERSÍCULO ANTES DEL EVANGELIO Sal 83, 5
¡Felices los que habitan en tu Casa, Señor, y te alaban sin cesar!
EVANGELIO Mt 1, 16. 18-21. 24
Guía: El evangelio de hoy nos muestra a san José, como modelo de esposo y padre cristianos.
Evangelio de nuestro Señor Jesucristo según san Mateo.
Jacob fue padre de José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, que es llamado Cristo. Jesucristo fue engendrado así: María, su madre, estaba comprometida con José y, cuando todavía no habían vivido juntos, concibió un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería denunciarla públicamente, resolvió abandonarla en secreto. Mientras pensaba en esto, el Ángel del Señor se le apareció en sueños y le dijo: “José, hijo de David, no temas recibir a María, tu esposa, porque lo que ha sido engendrado en ella proviene del Espíritu Santo. Ella dará a luz un hijo, a quien pondrás el nombre de Jesús, porque Él salvará a su Pueblo de todos sus pecados”. Al despertar, José hizo lo que el Ángel del Señor le había ordenado. Palabra del Señor.
PREPARACIÓN A LA COMUNIÓN
Guía: Nos acercamos a recibir a Cristo sacramentado, pidiendo tener la fuerza para peregrinar gozosos, hacia la meta del Reino de Dios.
DESPEDIDA
Guía: Fortalecidos por la Palabra y la Eucaristía, en este día, que recordamos a san José, aportemos lo que nos corresponde por anunciar a Cristo y su Reino.