Con la novena, presidida en este año por el obispo auxiliar Mons. Enrique Balzan Caruana, se dio inicio a los actos de veneración a la “Chinita de Andacollo”. Ésta comenzó el domingo 15 y finalizó el 23 de diciembre. Mons. Balzan Caruana presidió también la solemne Eucaristía de Nochebuena, el martes 24, y la gran solemnidad de la Natividad del Señor, el miércoles 25.
El jueves 26, desde temprano, arribaron a la “Montaña Santa”, miles de peregrinos, entre ellos numerosos bailes religiosos. A las 11:00 horas se dio inicio a la santa Misa principal que presidiera el arzobispo René Rebolledo Salinas, junto a Mons. Balzan Caruana, sacerdotes y diáconos, con la participación fervorosa y entusiasta de los peregrinos.
Al finalizar la santa Misa, el Senador Sergio Gaona, junto a los señores Gustavo Pacheco Villar y Eduardo Chiliquinga, presidente del Parlamento Andino y secretario general respectivamente, procedieron a hacer entrega al arzobispo Rebolledo Salinas de la Resolución N°35, la cual reconoce a la Fiesta Religiosa en Honor a la Virgen de Andacollo como Patrimonio Histórico y Cultural Inmaterial de la Región Andina.
Cabe destacar que el Parlamento Andino está compuesto por Perú, Bolivia, Ecuador, Colombia y Chile. Y con esta distinción la fiesta religiosa, es candidata a ser reconocida por la Unesco como patrimonio inmaterial de la humanidad.
El arzobispo agradeció al Parlamento Andino esta gran distinción, dado el significado de la Fiesta Chica y la Grande para miles y miles de personas: “Es la manifestación de la fe del pueblo en Jesucristo Salvador, expresando también su devoción, gran amor y confianza a la Virgen santa. Ambas fiestas, la así denominada Chica y la Grande, son acontecimientos eclesiales extraordinarios, donde los peregrinos, junto a los integrantes de los bailes religiosos, los anderos, los guardias de honor y miembros de tantas otras entidades, manifiestan su fe, celebran con fervor y esperanza, expresan sus sentimientos de gratitud y se confían al Señor y a su santa Madre para proseguir por el camino experimentado: subir a la montaña, para acoger el gran don de Dios, Jesucristo nuestro Señor. Seguir contando también con la materna intercesión de quien tanto aprecian, la Chinita de Andacollo.
El rector del Santuario, el P. Adam Bartyzol, a propósito de la celebración detalló: “Es conmovedor ver cómo el cariño y la devoción a la Virgen María nos lleva a Jesús. La Virgen María es un “puente” hacia nuestro Salvador, y la forma en que la comunidad de Andacollo la honra es un testimonio de su amor por Cristo”. Mientras que Soledad Ibacache, peregrina de Ovalle, reconoce la belleza de esta gran demostración de fe: “¡Esto es hermoso! Con este, yo he venido tres años seguidos y me parece todo muy lindo. Maravilloso ver como cada año más personas vienen con fe y devoción al encuentro con Cristo a través de nuestra Madre”, sentenció.
La Fiesta Grande de Andacollo 2024 cerró con una emotiva procesión por las calles centrales del pueblo, donde la devoción y gratitud de los fieles se hicieron palpables en cada flor lanzada a la imagen santa y en las oraciones a Ella elevadas. Este encuentro con la “Virgen de la Montaña” no solo renovó la fe de los peregrinos, sino que también dejó una profunda huella de alegría y esperanza en sus corazones, reflejo vivo de una comunidad que glorifica a Dios por los favores recibidos y la gracia de compartir la celebración.