No cabe duda de que uno de los libros que ha generado mayor impacto en la Historia de la Humanidad ha sido, y lo es todavía, la Biblia. Una suma de relatos, metáforas, poesía, y narración, que han llevado a la sociedad en el tiempo a tomar decisiones de todo tipo, afectando el devenir de cada época.
Por ello enfrentarse a su sola lectura no es para nada ejercicio sencillo, y primero hay que considerar 5 claves que nos comparte el profesor Leonel Díaz, y que nos ayudarán a entender frente a qué libro se está cuando mencionamos la Biblia.
1.- Tener claridad de porqué busco la Biblia.
¿La quiero para una primera aproximación, o para estudiarla?… La Biblia es una, pero el carácter de su utilización puede ser distinto de acuerdo al aparato crítico que aparece en el pie de página. Así, existen Biblias para distinto tipo de lector: de tipo Pastoral o de primera aproximación (La Biblia Latinoamericana), Académica (La Biblia de Jerusalén), y de estudio (La Biblia de El Pueblo de Dios, o La Biblia de Nuestro Pueblo).
Por esta razón resulta fundamental saber la intención con la cual leeremos la Biblia de cara a una óptima búsqueda de ésta en una Librería o Biblioteca.
2.- La Biblia no es un libro de carácter histórico o científico.
La lectura de la Biblia puede estar muchas veces supeditada a nuestra propia mirada del mundo, como también sucedió con la escritura de la misma, donde convergen contexto y fe. Se trata de un libro de carácter Teológico, que representa el encuentro de un pueblo con Dios, y ellos trataron de relatar ése encuentro a su manera, e inspirados por Dios.
3.- La Biblia no es para buscar respuestas en la soledad.
La Biblia es un texto para leer en comunidad, solo así se puede comprender la Palabra. El compartir, eleva las Escrituras a un nuevo nivel porque implica reconocer que también así fue escrita.
4.- La Biblia es una.
La Biblia es una, aun existiendo varias versiones dentro del Cristianismo. No obstante, la diferencia entre estas es solo de forma y no de fondo, debido a que algunas seleccionan textos que otras no.
5.- La Biblia es Palabra de Dios.
Decir que es “Palabra de Dios”, significa que se reconoce la raíz matriz de la escritura. Esto es, el motivo por el cual ésta se gestó. Y como ya se explicó en los puntos anteriores, no tiene que ver con quien puso puño y letra, sino con la inspiración de los autores de los libros mismos, en la razón fe y contexto.