Motivación de entrada
La liturgia de hoy nos llama a producir frutos dignos de penitencia y conversión. La eucaristía, que nos preparamos a celebrar, es el lugar de la espera y de la presencia del Señor.
Acto penitencial
Hoy pedimos perdón por no haber acogido a nuestros hermanos con los mismos sentimientos de Cristo.
Lecturas bíblicas
Primera lectura: Isaías 40, 1-5.9-11.
El profeta anuncia con alegría la vuelta de los desterrados. Dios restablece la amistad con su pueblo. Es una invitación a corresponder a ese reencuentro.
Segunda lectura: 2 Pedro 3, 8-14.
El cristiano está llamado a apresurar con una vida santa los cielos nuevos y la tierra nueva donde reinará la justicia.
Evangelio: Marcos 1, 1-8.
Como san Juan el Bautista, el cristiano está llamado a abrir el camino a Cristo, con su palabra y su testimonio de vida.
Oración de los fieles
Presentación de las ofendas
A la espera del Señor que viene, le presentamos el don de nuestras vidas: éxitos y fracasos, penas y alegrías. Lo hacemos cantando.
Comunión
Cristo viene a nosotros y se nos da a modo de comida. Vayamos alegres a su encuentro, a la espera, de su venida definitiva.
Despedida
El cristiano es el hombre de la espera y de la esperanza. Hoy nos preguntamos, junto a san Alberto Hurtado: ¿”Qué haría Cristo en mi lugar”? ¿Qué puedo y debo hacer a la espera de su venida?