Estas frases, espigadas de sus escritos, nos darán cada día la frescura de su pensamiento. Atrayente y actual, toca las coordenadas de nuestras propias vidas. Nos acercan aspectos de sus búsquedas, sus sueños, y también sus dificultades.
Sostenida en quien le ha dado un sentido a su existencia, se dirige a Dios con la confianza de la Samaritana, el arrojo de la Cananea, el amor valiente de Marta…
En esta celebración jubilar de los 500 años de su nacimiento, sea Teresa una mano amiga que nos acerque un poco más a Jesús, -“nuestro Bien” y “nuestra Luz”-, para “vernos en este espejo que contemplamos, adonde nuestra imagen está esculpida” (Las Moradas).