René Rebolledo Salinas, Arzobispo de La Serena.
La comunidad cristiana celebra este domingo el 2° del Tiempo Ordinario. Finalizó el pasado lunes 8 el de Navidad y corresponde ahora este que indica lo cotidiano, la vida ordinaria, lo normal.
Los textos bíblicos de ayer sábado 13 y de este domingo 14, son hermosos y ofrecen numerosas perspectivas para la vida personal, también en la comunidad.
El evangelio de Juan 1, 35-42 es un pasaje bello, conocido y de los más significativos del Nuevo Testamento. Es el Evangelista que relata su testimonio, a partir del encuentro con Cristo, acontecimiento que cambia la vida, pues al sustentarla en la persona de Jesús le da un horizonte nuevo… un camino por descubrir.
Del pasaje se desprende la pedagogía de Jesús. Efectivamente, no se trata de un discurso, tampoco del relato de un milagro, sino de un “encuentro personal” donde Él se revela y permite a la persona que se descubra a sí misma. La invitación es seguir a Jesús acogiendo su llamado, manifestándole amor en la adhesión, siguiendo sus huellas, celebrándolo y dándolo a conocer tal y como Él se ha manifestado.
Los momentos significativos del texto en referencia son los siguientes: “Qué buscan” (v 38), “¿dónde vives?” (v 38), “vengan y lo verán” (v 39), “fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día” (v 39). Tanto las preguntas, como la invitación de Jesús y la correspondiente respuesta de los discípulos, señalan los momentos importantes de este acontecimiento de gracia que marcó la vida de los primeros discípulos. El encuentro con el Señor abrió a un horizonte definitivo también a millones de personas a lo largo de los siglos. Por gracia y bendición suya, también marcó nuestra vida.
Como les he participado, la Arquidiócesis de La Serena tiene la alegría de acoger la Primera Jornada Nacional de la Juventud (JNJ), prevista para los días 21 al 26 de enero de 2025 en el “Jubileo extraordinario de la Redención”, convocado por el Papa Francisco.
Se ha escogido como lema para la Jornada: “Jóvenes Peregrinos de la Esperanza” y la inspira el texto bíblico: “Tu Palabra es una lámpara para mis pasos, una luz en mi sendero” (Sal 119, 105). La convocatoria tiene el objetivo de facilitar el encuentro personal y comunitario con Jesucristo, nuestro Señor. Que sea un verdadero impulso de fe, esperanza y amor. ¡Un acontecimiento de gracia y bendición, regalo del Señor!
Como lo fue para los primeros discípulos -también para aquellos de todos los tiempos- anhelamos que quienes participen en la Primera Jornada Nacional de la Juventud, tengan este real encuentro con Cristo que cambia la vida y le da un horizonte definitivo, abriéndole a un camino por andar, donde la fe sustenta el seguimiento y el gozo de compartir la belleza del encuentro con Él renueva en la esperanza.
En el encuentro con el Señor, domingo tras domingo, Él nos renueve también a nosotros y a nuestras familias, en la esperanza del Reino de su Padre.