P. Fredy Peña T., ssp
Jesús es descrito por medio de dos facetas fundamentales de su persona y misión: es un maestro que enseña con autoridad y libera del mal. La curación de un hombre poseído por un espíritu impuro constituye un signo de su poder divino y confirma la soberanía de Dios en el mundo. En Israel, entre los rabinos judíos, un buen maestro se destacaba cuando reafirmaba su doctrina en las enseñanzas de los rabinos del pasado y esto porque la tradición era garantía de mayor credibilidad.
Sin embargo, Jesús es más que el propio Moisés o Abraham, puesto que cuando él habla y actúa es la misma palabra que se manifiesta y enseña. En Jesús no hay ambigüedades, pues él se impone por sí mismo: Él es la Verdad. Además, su enseñanza es nueva, porque libera al mismo tiempo que enseña. Jesús, al dirigirse a quien en ese momento no era motivo de interés, le restituye su dignidad y valor. Así, el hombre poseído por el espíritu impuro es símbolo de todas las personas despersonalizadas, a las cuales no se les permite hablar y obrar como sujeto. No son dueños de sí mismos, puesto que su vida y destino dependen de «otros» que piensan, hablan y obran por ellos.
Asimismo, los espíritus impuros saben quién es Jesús, pero él los increpa: «Cállate y sal de este hombre». Es decir, no se trata únicamente de calmar la alienación, ya que eso sería otro error, porque Dios quiere que las personas sean libres de verdad. Libres no para hacer lo que se les antoje, sino para que, a la luz de la Verdad, decidan para sus vidas entre lo que es bueno y lo que no lo es. En nuestro tiempo, pocos creen de que haya algo (demonio, diablo o maldición) que les impida ser felices. Pero lo cierto es que por momentos nos instalamos bajo ese espíritu impuro y rechazamos la sanación de Jesús: ¿En qué nos parecemos con el hombre del espíritu impuro?
«El espíritu impuro lo sacudió violentamente y, dando un gran alarido, salió de ese hombre» (Mc 1, 26).
Complementa tu reflexión personal al Evangelio del domingo con estos aportes de SAN PABLO:
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No me sirve esto.
Necesito las lecturas del día